En plena ola inversora, el sector terciario de oficinas también está despertando el apetito de los grandes patrimonios. Y es que la recuperación económico ha elevado la rentabilidad. El patrimonio más activo está siendo el grupo Zriser, de Pablo y Ana Serratosa. En dos años ha sumado a su cartera la antigua sede de Edival, en la calle Alfahuir de València, y hace poco el edificio Gallery, en Pintor Sorolla. Otra compra emblemática ha sido la del edificio Generali, que pasó de los Serratosa a Gómez Trénor. Los Quesada también entraron en este sector al hacerse con un edificio de oficinas en la calle Cervantes.