Es conocido que una de las carencias básicas del tejido empresarial valenciano es su tamaño, demasiado pequeño. De hecho, la dimensión media de las mercantiles es de 16,1 empleados frente a los 19,5 de la media española. Sin embargo, la correlación cambia de signo cuando analizamos las empresas familiares. En ese caso, las valencianas tienen mayor dimensión que la españolas.

Bankia, el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) y la Cátedra de Empresa Familiar de la Universitat de València presentaron ayer los primeros resultados del Observatorio Gece, que analiza la competitividad de las empresas valencianas y que presentará informes cuatrimestrales. Los primeros datos apuntan a que las firmas familiares valencianas tienen un tamaño medio que supera en más de 10 empleados al de sus homólogas del resto de España: 39,6 frente a 29,1 trabajadores por mercantil. Además, en cuanto al empleo y el valor añadido, la contribución de las grandes y medianas empresas familiares de la autonomía es 14 puntos mayor que la del conjunto del Estado: 64 % frente al 50 %.

Eficiencia

Las familiares valencianas tienen, asimismo, un nivel de eficiencia del capital humano superior a la media, aunque solo por dos puntos porcentuales. Las de la autonomía pagan salarios similares a sus homólogas, pero sus gastos de personal representan el 15 % de las ventas, frente al 17,1 % de las españolas. Por el contrario, las valencianas no familiares son menos eficientes que las nacionales.

Por otro lado, el informe deja constancia de que las grandes empresas de la Comunitat Valenciana pagan salarios un 20 % más elevados que las microempresas y, sin embargo, logran una mayor eficiencia, ya que sus gastos de personal representan el 13,1 % de las ventas, frente al 22,5 % que suponen en las mercantiles de menor tamaño.

La rentabilidad de las empresas familiares se sitúa ligeramente por encima de la media, alrededor del 5,2 % tanto en España como en la Comunitat Valenciana. El investigador del Ivie y director de la citada Cátedra, Alejandro Escribá destacó durante la presentación ayer del informe que el carácter «más prudente» de las empresas familiares se refleja en que el porcentaje de estas últimas con rentabilidad negativa (8,7 %) es casi la mitad del de las no familiares (15,2 %).

El estudio pone de relieve también la solidez financiera tanto de las empresas valencianas como de las españolas, una vez superada la etapa de la crisis económica. Tan es así que el 75 % de las compañías se encuentra en una situación de bajo riesgo de impago a corto plazo.

El documento dedica una singular atención a la especialización sectorial y llega a la conclusión de que el peso de los sectores intensivos en conocimiento y tecnología en la Comunitat Valenciana se sitúa por debajo del promedio nacional. Así, el valor añadido generado por los sectores industriales de intensidad tecnológica medio-alta tiene un peso del 21,3 % sobre el total de la industria, mientras que en España asciende al 39,3 %.