El protocolo de pesca firmado entre Marruecos y la Unión Europea en 2014 caducó ayer y obliga a la flota europea, especialmente la española, a un paro temporal a la espera de los resultados de las negociaciones que están en curso para firmar un nuevo pacto. Los negociadores oficiales marroquíes y europeos guardan silencio sobre el proceso de discusiones, que se viene celebrando desde el pasado abril a caballo entre Rabat y Bruselas.

Consultadas por Efe, fuentes cercanas a las negociaciones se limitaron a decir que las discusiones se desarrollan actualmente en Bruselas y que se retomarán la semana próxima en la capital europea, y añadieron que las partes «están optimistas». Un optimismo que no comparte el sector pesquero europeo, y sobre todo el español, obligado a amarrar de forma provisional sus barcos, mientras duren las negociaciones. La patronal pesquera europea señala que la paralización de la flota europea podría prolongarse, porque pese al cierre de un futuro acuerdo, se requiere un proceso de ratificación que podría durar entre seis y doce meses.