Los alquileres en la ciudad de València han subido un 40 % en cuatro años, según revela el análisis del mercado inmobiliaria de CBRE al que ha tenido acceso Levante-EMV. El estudio precisa que este incremento de precio se ha producido desde el mínimo registrado tras la crisis, que se alcanzó en el cuarto trimestre de 2013. La presión al alza de las rentas «responde a la mayor demanda de viviendas en alquiler tanto de primera residencia para el sector con menor poder adquisitivo (los jóvenes) como de segunda residencia entre arrendatarios extranjeros. Además, el auge de los alquileres turísticos de corta duración ha contribuido también al aumento».

El informe de la consultora asegura que la renta media en la ciudad de València a finales de 2017 se situó en 8,2 euros el metro cuadrado, una cifra «comparativamente inferior a las registradas en las grandes ciudades de España (Madrid, Barcelona, Bilbao, Palma de Mallorca o Málaga). Valencia se posiciona como una localización mas asequible para el arrendamiento de vivienda». En cualquier caso, un piso de 100 metros cuadrados en València cuesta 820 euros al mes.

Como ha venido informando este periódico, la subida del precio del alquiler también está expulsando al área metropolitana de València a los inquilinos con menos recursos. Seis barrios de València se han quedado sin pisos de alquiler a precios razonables, según reveló a finales de año el Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de València. La situación es «especialmente preocupante» en Ciutat Vella, Russafa, Campanar, l´Eixample, Extramurs y la Patacona ya que «apenas hay pisos disponibles para alquilar y los que salen al mercado lo hacen a precios muy elevados». La situación afecta sobre todo «a parejas jóvenes, personas que buscan independizarse de sus padres o a las familias que perdieron su vivienda con la crisis y solo pueden optar al alquiler».