Tensa calma en la Generalitat. Las turbulencias que afectan a la división de Ford en Europa y la falta de noticias sobre el alcance de la reestructuración que va a acometer la multinacional en la división europea han disparado los temores en muchas instancias de la economía valenciana.

"Estamos preocupados por las noticias que trascienden y por el impacto en nuestra economía de las políticas populistas y proteccionistas de Donald Trump", lamenta a preguntas de este diario Blanca Marín, secretaria autonómica de Economía y responsable de la política industrial de la Generalitat.

Como avanzó ayer Levante-EMV, el presidente de Ford Europea, Steven Armstrong, ha convocado al comité de empresa europeo a una reunión en la central de Colonia (Alemania) el próximo 9 de octubre. Allí se verá con representantes de los trabajadores de sus plantas en el viejo continente, desde la de Almussafes hasta Craiova (Rumania) pasando por las británicas y alemanas.

La previsión es que ese día la multinacional detalle sus planes sobre la reestructuración del negocio europeo que lleva meses avanzando pero de la que no han trascendido detalles.

Es precisamente el sigilo de la multinacional lo que está disparando las alarmas. La prensa especializada baraja escenarios de todo tipo: desde despidos masivos (Morgan Stanley ha cifrado el recorte en 24.000 empleos) hasta la búsqueda de un socio e incluso una eventual salida del continente.

Las pérdidas en el mercado europeo, aceleradas sobre todo por el brexit, han acelerado las planes para una reestructuración a la que el óvalo azul destinará hasta diez mil millones de dólares.

"Nuestra factoría es competitiva y esperamos que se tenga en cuenta en los planes de reestructuración de la división europea", reclama Blanca Marín. "El Gobierno valenciano ha apoyado a esta empresa y lo seguirá haciendo, porque es una importante tractora de la industria del automóvil de la Comunitat Valenciana, que ha generado empleo de calidad, cualificado y estable. Ha situado a la rama del transporte en la posición más competitiva del sector industrial valenciano y ha liderado las exportaciones de productos de nuestra economía", añade.

El compromiso de la Generalitat no son palabras huecas. La principal industria de la C. Valenciana es mimada de forma periódica a base de ayudas millonarias. Solo este año se han aprobado convenios por valor de trece millones. Hace unos días, precisamente, se daba el visto bueno a dos ayudas por valor de cuatro millones. Por un lado, una línea de tres millones ligada a la inversión anunciada por la compañía para traer a Almussafes el nuevo modelo del Kuga, un auténtico salvavidas para la fábrica valenciana al acaparar más de la mitad de la producción.

Otro millón está vinculado a un proyecto piloto sobre movilidad eléctrica. Ambos se suman a los nueve millones en ayudas anunciados el pasado mes de julio.

En este sentido, fuentes del Palau de la Generalitat trasladaban también ayer un mensaje de "confianza plena" en Ford, en la "competitividad de la planta, los esfuerzos de los trabajadores y la dirección de la empresa". "Una confianza que la Generalitat ha demostrado en forma de ayudas y diálogo permanente a la compañía y al entorno de la factoría", añaden.

El mal funcionamiento de las ventas en este mercado se suman a otras desafíos, como el cambio de ciclo hacia vehículos híbridos y eléctricos, las tendencias del mercado que están relegando muchos modelos y la situación de Ford como única compañía que no ha se ha aliado con ningún otros fabricante en los procesos de concentración que ha vivido el sector en los últimos años.