Air Nostrum ha tenido que ceder a cambio de pacificar su relación con el colectivo de pilotos. La dirección y el sindicato de pilotos Sepla anunciaron ayer un pacto para limitar al 20% la operación que están externalizando dentro de los vuelos que realizan para Iberia, con la que tienen un acuerdo de franquicia que supone su principal negocio.

La aerolínea de Carlos Bertomeu tenía un problema serio con el Sepla, que ha organizado tres jornadas de huelga a finales de noviembre y amenazaba con más para Navidad. En los últimos tiempos, Air Nostrum ha emprendido una estrategia de diversificación. Ha comenzado a prestar servicios a grupos europeos como Lufthansa, SAS o Croatia Airlines, para los que opera vuelos domésticos. Forma parte de su decisión de convertirse en un gran grupo de aviación regional, prestando capacidad de vuelo a los grandes del sector para minimizar la dependencia de Iberia.

Como consecuencia de esto, Air Nostrum también ha tenido que echar mano de otras aerolíneas, más pequeñas, para operar sus rutas habituales. Es algo que ocurrió en el pasado con Denim Air, y que hoy vuelve a hacer con Canary Fly o DAT. Con todo, lo que ha soliviantado al Sepla es la entrada en la ecuación de Medops, una aerolínea de Malta que Bertomeu y sus socios compraron el año pasado. Medops empezó a operar vuelos en las islas baleares.

Sepla, según ha denunciado, ha visto en este movimiento una estrategia para vaciar de contenido Air Nostrum y abaratar costes. Ni el aumento de flota ni de personal que está acometiendo Air Nostrum han convencido a los pilotos.

Tras semanas de tensas reuniones, el pasado sábado sellaron la paz en una reunión convocada ante el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje, el paso previo a la huelga. El acuerdo debe ser ratificado por las asambleas de pilotos, según fuentes de la compañía, después de ser sometido a votación de los afiliados sindicales para ver si procede la ratificación. Sepla se compromete a no convocar huelga durante el periodo navideño.

En concreto, el acuerdo incluye el compromiso de la firma a no recurrir a la externalización con terceros en la franquicia de Iberia por encima del 20%, así como a recuperar todos los aviones ATR turbohélice. Sepla pedía a la compañía un compromiso de regulación de la externalización, en la línea de lo pactado en otras compañías como Iberia o Air Europa con sus respectivas filiales 'express', señalan desde el sindicato. La compañía se resistía a ceder a los pilotos poder en la organización de la producción.