El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, lanzó ayer una advertencia ante los acontecimientos económicos recientes «más débiles de lo esperado» y la incertidumbre, por lo que recalcó que no puede haber espacio para la complacencia. «Los desarrollos económicos recientes han sido más débiles de lo esperado y las incertidumbres, en particular, las relacionadas con los factores globales, siguen siendo prominentes. Así que no hay espacio para la complacencia», afirmó el italiano durante un debate en el pleno del Parlamento Europeo.

En ese sentido, añadió que «aún es necesaria una cantidad significativa de estímulos monetarios» para sostener factores como el desarrollo de la inflación «en el medio plazo». «Nuestras directrices sobre los tipos de interés de referencia, reforzadas por las reinversiones de la importante cantidad de activos que hemos adquirido, siguen proporcionando el grado necesario de expansión para que la inflación alcance nuestro objetivo», señaló, en referencia a que la inflación se sitúe cerca, pero por debajo, del 2 %.

Exportaciones

Draghi explicó que el consumo y la inversión siguen expandiéndose, las exportaciones tienen un crecimiento menor pero aún «bueno», y el mercado laboral «sigue siendo muy fuerte», si bien todo ello ocurre «con tasas de crecimiento cada vez más bajas».

«Hemos estado recibiendo datos más débiles de lo esperado ahora durante un tiempo más largo de lo previsto hace unos meses», apuntó, si bien reconoció que algunas de esas debilidades respondían a factores «temporales» localizados en determinados países. Sin embargo, asumió que también hay otros motivos «más permanentes» y aunque admitió que se está produciendo una ralentización de la economía «que podría ser más larga de lo esperado antes», descartó que vaya a suceder una recesión.

En cuanto a los factores de dicha ralentización, citó la desaceleración en China y la incertidumbre geopolítica «que pone en cuestión los pilares del orden construido tras la Segunda Guerra Mundial y la Unión Europea».

«Tienen que ver con el 'brexit', con las tensiones comerciales con China, con la negación del sistema multilateral», comentó, y agregó que algunos de esos elementos «mejoran» y otros «empeoran». Draghi también instó a seguir profundizando en el desarrollo de la unión monetaria e insistió en que la prioridad debe ser «incrementar la resistencia de la eurozona».

«El mundo antes del euro no era fantástico, sobre todo para los países que más se quejan hoy sobre la moneda», recalcó el presidente del BCE.