El representante legal de BFA-Bankia en el juicio por la salida a Bolsa de la entidad, Álvaro Hernando de Larramendi, aseguró ayer que el socio auditor de Deloitte Francisco Celma «en todo momento dispuso de las cuentas y pudo haber emitido su informe de auditoría, aunque no lo hizo». El testimonio de Hernando contradice en todo lo manifestado por Celma, que a lo largo de cuatro sesiones ha repetido insistentemente que no dispuso de la información relevante que necesitaba para realizar su informe de auditoría de las cuentas correspondientes al ejercicio 2011.

Hernando, por su parte, ha explicado que el socio auditor «dispuso de las cuentas en todo momento y trabajó en ellas hasta el momento de la formulación -marzo de 2012-, por contrato el auditor estaba obligado a emitir su informe, pudo emitir el informe y no lo hizo».

Antes de la salida a bolsa, ha relatado Hernando, las cuentas fueron supervisadas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores, como consta en un documento del organismo fechado en marzo de 2015 que explica que «la totalidad de las cuestiones identificadas con criterios de materialidad internos fueron comunicadas a la entidad de forma satisfactoria»; todo el proceso, ha insistido, fue «tutelado por la CNMV». Cualquier «impedimento» que hubiera podido encontrar el auditor externo «lo tenía que haber a la entidad y al órgano supervisor, y no lo hizo, ni una cosa ni la otra».

Hernando se ha referido también al plan de recapitalización de Bankia aprobado por el Banco de España el 17 de abril de 2012, que no tiene nada que ver con el denominado «plan Rato», que la entidad no reconoce como propio.