La dirección de Ford Almussafes todavía no sabe cómo va a atender el aumento de la demanda de piezas de motores para Estados Unidos a partir del segundo semestre de este año. La reunión celebrada ayer entre dirigentes de la compañía y de los sindicatos (UGT, CC OO, STM-Intersindical y CGT) concluyó en fracaso.

La firma automovilística, en plena reestructuración y ajustes en toda Europa, propone un «cambio sustancial de las condiciones de trabajo» para 111 trabajadores de las plantas de motores a los que se les quiere cambiar a julio sus vacaciones. Y siguen faltando 53 personas para completar los turnos de trabajo. Esta reorganización de los planes de producción de la planta valenciana se produce tras anular 4 de los 5 días de Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para hacer frente a un aumento de la demanda de piezas para el mercado estadounidense.

Ford Almussafes asegura que esta medida afectará finalmente a 111 trabajadores de algunas líneas de mecanizados, y no a 138 como preveía inicialmente, según informó el sindicato STM. El resto de la plantilla disfruta de tres semanas en agosto, tal y como está establecido en el calendario laboral pactado entre empresa y sindicatos a principios de año.

UGT, sindicato mayoritario en el comité, ha pedido que si este cambio en motores se va a producir en el futuro, «se prevea y se pacte con tiempo», cuando se negocian los calendarios y no cuando faltan dos meses para las vacaciones para que los trabajadores se puedan organizar.