Los jóvenes conciben la juventud como una etapa de paso entre la infancia y la edad adulta. A raíz de los cambios en el contexto social, económico, laboral y político, este colectivo se ha visto inmerso en una paulatina prolongación de esa misma etapa vital que retrasa la incorporación a la vida adulta, tal y como refleja un estudio del Consell Valencià de la Joventut, presentado ayer.

Según estos datos, el círculo comenzaría con la producción: los jóvenes no trabajan, por lo tanto, no se reproducen y no asumen responsabilidades conyugales ni domésticas. De manera que, finalmente, las aspiraciones a tener un futuro de bienestar y comodidad forjado bajo el lema «el esfuerzo de hoy es el triunfo de mañana» se convierte en una simple «promesa incumplida», ya que «el mercado laboral se muestra incapaz de absorber la mano de obra joven y ello provoca el incumplimiento de la promesa antes mencionada», explican en el informe.

Muchos de los jóvenes participantes en las discusiones -que luego dieron forma al estudio- comulgaron con la idea de que el acceso a un puesto de trabajo depende más de la red de conocidos y contactos personales que de la formación, preparación y/o experiencia del aspirante al puesto. De hecho, uno de los entrevistados afirmó que a veces «ves que en empresas hay gente menos cualificada que tú en un puesto más alto, y eso es porque conocen a quien conocen y son quien son. No es equitativo por la parte de los estudios».

Si bien es cierto, los autores del informe explican que «el 'enchufismo'» en ocasiones «se presenta como una explicación autocomplaciente que legitima un posicionamiento victimista, culpabiliza al otro y exonera a la persona joven de su responsabilidad».

El Consell Valencià de la Joventut asegura que las personas jóvenes consideran que las anteriores generaciones de jóvenes han tenido más fácil el paso a la vida adulta, y explican que esta diferencia radicaría en que a la actual generación «le ha tocado vivir» los efectos y consecuencias de la crisis, que al final se traducen en escasos empleos, gran parte de ellos caracterizados por la precaridad laboral. Los jóvenes se muestran críticos y preocupados por las barreras que dificultan su incorporación al mercado laboral, así como con la precariedad de los empleos a los que acceden, puesto que, al final, se traduce en dificultad para su emancipación.