BBVA ganó 2.442 millones en el primer semestre, un 3,7 % menos que un año antes, y asegura que el caso Villarejo no ha afectado al negocio, ni preocupa a clientes o inversores, aunque ha dañado la reputación y la marca de la entidad.

«No hemos identificado un impacto directo en el negocio», aseguró el consejero delegado de BBVA, Onur Genç, durante la conferencia telefónica para presentar las cuentas. El «número dos» de BBVA defendió que el caso no está teniendo impacto directo ni en el negocio ni en la acción e insistió en que los inversores no preguntan por ello; en hora y media de un encuentro con los analistas, ninguna pregunta al respecto, resumió.

Pero sí reconoció que tantas noticias dañan la imagen del banco. «No nos gusta aparecer en los medios a diario», dijo, antes de explicar que ha reforzado los controles internos y reiterar que el banco está haciendo todo lo posible para aclarar los hechos.

El consejero delegado descartó que BBVA tenga que hacer por ahora provisiones por este caso y aclaró que Francisco González, que estuvo al frente de la entidad durante casi dos décadas, no tiene ningún privilegio desde que dejó de su cargo honorario, salvo la seguridad que recibe como expresidente.

Al margen del escándalo sobre la contratación de Villarejo, Onur Genç consideró que la situación política de España está teniendo un impacto limitado en la economía, aunque reconoció que le gustaría que en España hubiese un Gobierno estable «lo antes posible».