ArcelorMittal planea suprimir los recortes de producción en las plantas de Asturias ante la posibilidad de que la antigua fábrica siderúrgica de Ilva en Tarento se quede fuera del grupo. La multinacional, con planta de producción en Sagunt (cuyos planes de futuro no ha desvelado) mantiene una tensa negociación con el Gobierno de Italia para que no aplique, a partir del 6 de septiembre, un decreto que obligaría a ArcelorMittal a ser responsable penal de las negligencias que hubiera cometido el anterior propietario de la planta. Si el decreto entra en vigor, la compañía siderúrgica ha dejado claro que abandonará el país. Esa caída de producción de acero en Europa sería compensada, en parte, con un aumento de producción en plantas como las de Asturias, afectadas en estos momentos por un recorte de producción de 700.000 toneladas anuales.
ArcelorMittal cerró a finales del pasado año la compra de Ilva por 1.800 millones de euros. Lo hizo bajo una salvaguarda comprometida con el anterior Gobierno de Italia, según la cual no asumiría el coste de posibles negligencias del propietario anterior, que dejó una planta en pérdidas, muy desfasada a nivel tecnológico y medioambiental, y con varios pleitos abiertos. Ahora el Ejecutivo del Movimiento Cinco Estrellas y la Liga pretende levantar esa inmunidad mediante un decreto que está previsto que entre en vigor a partir del próximo 6 de septiembre. Si no hay cambio de planes del Gobierno, ArcelorMittal amenaza con devolver las llaves de la fábrica el mismo día 7 y ello a pesar de que las inversiones para su modernización ya se están en marcha.
La multinacional planea un escenario alternativo para compensar la pérdida de ese centro productivo. De momento no hay decisión tomada -todo depende de la que adopte el Gobierno italiano- pero ya se está trabajando en esa alternativa porque cualquier cambio de planes en la producción del resto de plantas requiere de una serie de pasos previos, sobre todo en el aprovisionamiento de materias primas.
