CaixaBank opinó ayer que protestas violentas como las vividas en el centro de Barcelona como reacción a la sentencia del 'procés' pueden tener un impacto sobre la economía catalana y por extensión sobre la española «si se cronifican. En la rueda de prensa de presentación de resultados de CaixaBank del tercer trimestre del año, el consejero delegado del banco, Gonzalo Gortázar, admitió que la entidad ha sufrido «desperfectos en algunas oficinas» bancarias como consecuencia de los altercados, aunque ha dicho que los costes no han sido «significativos».

Gortázar aseguró que la «inestabilidad no ayuda al crecimiento económico», y que «de la inestabilidad a la violencia hay un impacto adicional», por lo que ha remarcado que la violencia debe ser «erradicada», puesto que estos episodios «no favorecen ni a los catalanes" ni al resto de españoles». En esta línea, Gortázar volvió a defender «la necesidad del diálogo para buscar un acuerdo beneficioso para Cataluña y el resto de España». El primer directivo del banco catalán explicó que es «muy difícil de medir» la incidencia sobre la economía de los altercados vividos en el centro de Barcelona en los días posteriores a conocerse la sentencia, pero tildó de «evidente» que tuvieron «impacto» sobre negocios como la actividad turística o el comercio.

Preguntado por las protestas convocadas por colectivos como Tsunami Democràtic contra oficinas de CaixaBank, ha afirmado: «No somos la única empresa afectada por esas protestas».