Grupo Cajamar ha logrado un beneficio de 82 millones hasta septiembre con un incremento del 17,2 %, según los datos hechos públicos ayer por la entidad con sede en Almería y una presencia muy relevante en la Comunitat Valenciana gracias a la veintena de cooperativas de la zona que forman parte de su grupo y a las entidades, como Ruralcaja o Caja Campo, que absorbió durante la crisis. El crecimiento del volumen de negocio, junto a la reducción de los riesgos dudosos y de los activos adjudicados, y la moderación de los gastos de explotación «contribuyen al aumento de los resultados, mejora de la eficiencia y a elevar la solvencia en el tercer trimestre del año», según la nota, en la que se detalla que los recursos minoristas en balance han crecido un 8,7 % interanual por el incremento de las cuentas a la vista. También aumentan los recursos fuera de balance, un 3,7 %, por el crecimiento de los fondos de inversión, planes de pensiones y seguros de ahorro.

La inversión crediticia sana aumenta un 1,4 %, destinándose el 44,1 % de la financiación a empresas y sector agroalimentario. Crece la actividad comercial con más de 3,4 millones de clientes, y avanza su estrategia de digitalización con 792.000 clientes por este canal -un 13 % más que el mismo trimestre del año anterior-, 497.000 usuarios de banca móvil -un 18 % más- y 252.000 clientes de la cuenta Wefferent -con un crecimiento del 43 %-.

La ratio de eficiencia mejoró en 12,29 puntos porcentuales, hasta un 46,70 %, «por el dinamismo de los ingresos y la moderación de los gastos de explotación». La mejora de la gestión de los riesgos dudosos totales, con una reducción interanual del 19,7 %, «minora la tasa de morosidad en 1,61 puntos porcentuales y la sitúa en el 6,63 %. Por su parte, los activos adjudicados brutos prosiguen su continuado descenso, anotando un 7,1 % menos que en el tercer trimestre del año anterior».