Poco más de sesenta segundos. Quince emprendedores dispusieron ayer del tiempo que tarda en subir uno de los ascensores del Ateneo Mercantil del primero al séptimo y en bajar al vestíbulo para convencer a posibles inversores de que su proyecto es una buena oportunidad que no se debe dejar pasar. El Club de Innovación y Empresa del Ateneo Mercantil organizó la puesta en escena, que es una práctica habitual entre las startups y que se conoce como elevator pitch (un anglicismo que se utiliza en el discurso de presentación sobre un proyecto o emprendimiento ante potenciales clientes o accionistas). La idea básica y resumida del elevator pitch es condensar un mensaje que llame la atención de alguien en pocos segundos, obteniendo como resultado una entrevista o reunión con esa persona para más adelante.

«Buenas tardes, me llamo Valentín Garrigues y busco financiación para lanzar una empresa de cuidadoras a domicilio», así arrancó su presentación un emprendedor de 35 años en un ascensor en el estaban el posible inversor, y un redactor y un fotógrafo de Levante-EMV. El tiempo pasó en un visto y no visto, pero Garrigues logró captar la atención de José Francisco Soriano (presidente del Voluntariado Senior de Asesoramiento Empresarial, Secot). «Tengo un familiar enfermo de ELA y he visto pasar por mi casa muchas cuidadoras. Creo que falta un trato más humano para que no haya tanta rotación y voy a lanzar Cuidados y más, una empresa en la que conectamos a cuidadoras con familias», apuntó el emprendedor. En ese momento, el ascensor llegó arriba, el inversor pulsó el botón de bajada y preguntó a bocajarro: «Pero tú, ¿cuándo empiezas a facturar?». El emprendedor contestó: «El 1 de enero, en cuanto tengamos una cartera de viente o treinta cuidadoras». Y el inversor replicó, «pero, ¿cuánto necesitas». «6.000 euros para el marketing», respondió Garrigues. En ese momento, las puertas del ascensor se abrieron y acabó la presentación.

Soriano explicó al acabar que sí le pareció interesante la propuesta y aclaró su interés por la facturación. «Si te piden dinero, lo primero que tienes que saber es cuándo te lo piensan devolver. Lo importante con los emprendedores es ver la ilusión que tienen porque en buena parte el éxito depende de eso», añadió.

La actividad forma parte del IV Taller de la Idea de la Empresa organizado por el Club de la Innovación para ayudar y orientar a emprendedores en sus primeros pasos para que su proyecto sea viable. Los quince que ayer participaron en la experiencia se mostraban nerviosos poco antes de subir al ascensor con su posible inversor y algunos recelaban de que su proyecto saliera en prensa por si les roban la idea. La iniciativa, en realidad, era una simulación con profesores del curso. Los participantes eran emprendedores de entre 23 y 49 años (once mujeres y tres hombres) con proyectos dispares como una firma especializada en tallas pequeñas (propuesta por una joven de 23 años licenciada en Economía y con el máster de Emprendimiento de EDEM) o una empresa de snacks «realmente hechos sin aditivos ni colorantes» (impulsada por una graduada en derecho que está en paro).

En el taller han participado personas de entre 23 y 49 años con ganas de emprender. Solo tres de ellas se encuentran en situación de desempleo. Durante el curso han aprendido la metodología Lean Startup (que reduce el riesgo en el lanzamiento de los nuevos productos) y el modelo Canvas (herramienta para definir y crear modelos de negocio innovadores que se concentra en cuatro grandes áreas: clientes, oferta, infraestructura y viabilidad económica). Los emprendedores también han aprendido cómo trazar el plan de marketing, cómo realizar un estudio de mercado y como encontrar inversores.

El Club de Innovación y Empresa del Ateneo Mercantil ha reunido a un grupo de expertos para impartir las clases como Fermín Palacios, director de comunicación de Marketing Valley; María José Gimeno, del área de proyectos de StartUPV y gerente de la Fundación Globalidad y Microeconomía de la Universitat Politècnica de València; José Francisco Soriano; Israel Griol, responsable de StartupUPV; Alejandro Mollá, catedrático de Comercialización e Investigación de Mercados de la Universitat de València; Ricardo Rodríguez, presidente de Aescav e inversor en startups; Juan Gallur, director de banca de empresas de Caixa Popular; Ramón Ferrandis Ruiz, director económico financiero del CEEI Valencia y José María Albert, abogado asociado de KPMG.

Todos los participantes en el taller, que cuenta con el patrocinio de Caixa Popular, tienen formación en estudios superiores. El taller comenzó el 15 de octubre y concluyó ayer con la puesta en práctica de cómo convencer a un inversor.