Mucho más que riders. Es una de las conclusiones que deja el estudio del profesor de Derecho del Trabajo de la Universitat de València, Adrián Todolí, en el que desgrana las características y retos en torno al trabajo a través plataformas digitales. «El trabajo en plataformas digitales en la C. Valenciana», desarrollado por la Cátedra de Economía Colaborativa de la UV por encargo de Labora, ofrece una especie de perfil del empleado que va más allá del tópico del joven con una caja a bordo de una bici para llevar comida a domicilio. «Por la calle vemos a Deliveroo pero hay mucho más detrás», sostiene.

Mucho más se queda corto. El estudio clasifica más de 60 plataformas digitales (Architonic, UberEats, Habitissimo, TopNanny, TopAyuda, FreeTour, EntreLetrados, Abogalista, Cabify, Taski, Civitatis, etc) encuadradas en diez categorías que desbordan los trabajos poco cualificados como el reparto de comida, el transporte de pasajeros en coche VTC o los servicios de limpieza. Hay plataformas de arquitectos, abogados, guías turísticos, informáticos, traductores,...

A partir de estudios de la Comisión Europea o de JPMorgan, el investigador valenciano aporta una aproximación en cifras sobre el tamaño del sector y el perfil. Unos 600.000 trabajadores españoles dependerían de estos intermediarios digitales, un 11,6%, frente al 9,7% de media en Europa. En la C. Valenciana, entre 40.000 y 60.000 trabajadores, estima. Es un sector masculinizado, con una brecha salarial del 30%, y una media de edad de 34 años, diez menos que el trabajador medio del sector tradicional. Además, en el 32% de los casos están sobrecualificados.

La «trampa» de la flexibilidad

¿Es esto una revolución industrial? «Las plataformas no crean nuevos sectores productivos, ni empleos. Simplemente cambia la forma de prestar el servicio. Es una nueva forma de organizar y distribuir el trabajo», concluye Todolí.

¿Qué hay de la flexibilidad, una de las promesas de estas empresas, que ofrecen trabajos por horas? Un espejismo, una «trampa», viene a explicar el profesor. «El 90% dice que querrían más trabajos para alcanzar una remuneración suficiente. Si necesitas más dinero, no puedes rechazar trabajos, con lo que debes estar disponible para cuando aparezca la demanda. El trabajador no puede elegir», resume el autor. La plataforma sería el último recurso para obtener ingresos.

Lógicamente, la dinámica de plataformas también afecta a la calidad del empleo, y no solamente para los riders. En una palabra: más precariedad. En esta dinámica de contratación a través de la plataforma, el poder de negociación se reduce porque necesitas a ese intermediario para llegar al cliente y él se queda la comisión. «Y si tú como arquitecto o abogado eres quien fija el precio, entra en juego la competencia dentro de la plataforma. Siempre habrá otro que ofrezca el servicio más barato. Es una espiral de reducción de salarios», explica.

Contra el «Trade digital»

El marco legal de estos trabajadores, tras muchas actas de la Inspección y sentencias declarando que son falsos autónomos, también es abordado en el informe. En este sentido, el estudio de la UV y Labora realiza su propia aportación normativa y concluye que la nueva figura laboral del «Trade digital» autónomo que quieren regular las plataformas «puede provocar más problemas que soluciones». «Habría competencia desleal hacia las empresas tradicionales de los sectores afectados; crearía un efecto llamada por los privilegios concedidos, precariedad e inseguridad jurídica, por su choque con las leyes europeas», alerta el experto. Estos trabajadores no pueden ser autónomos, concluyen.

Junto al estudio, se ha realizado un código de buenas prácticas para empresas y un folleto para que las personas trabajadoras de plataformas digitales conozcan sus derechos. Estos materiales se distribuirán de forma digital y física a través de los Espia Labora y de la web y las redes de Labora.

«El objetivo es mejorar la información disponible y ayudar a todas las personas trabajadoras en plataformas digitales hasta que también, obviamente, seamos capaces de mejorar la normativa laboral en el Estado para enfrentar de una manera más adecuada esta problemática», concluyó Enric Nomdedéu.