En vísperas de que comiencen a tomarse las grandes decisiones en torno al futuro del puerto de València, Ximo Puig trató de aplicar ayer antiinflamatorio al clima de tensión que se ha generado entre el Consell de la Generalitat y el empresariado valenciano. «El Consell no tiene vocación de enfrentarse a los empresarios», zanjó el presidente en declaraciones a los periodistas antes de participar en una reunión del PSPV.

Era el día después de una jornada que evidenció que la oposición de Compromís a algunos proyectos relevantes está distorsionando la buena sintonía que el Botànic y la patronal disfrutan desde 2015.

Con sus palabras en la rueda de prensa tras el pleno del Consell, la vicepresidenta Mónica Oltra eleva de categoría las críticas al proyecto de ampliación de MSC para el puerto. Ya no se trata de una posición de Compromís sino de la institución: «No hemos de tomar decisiones que pongan en peligro la vida de nuestros hijos e hijas. El dilema no es economía o sostenibilidad, el dilema es entre vida o no vida», sostuvo. Si hasta ahora Compromís reivindicaba que se evalúe ambientalmente el proyecto de ampliación, ahora se critica abiertamente el plan de la Autoridad Portuaria.

El presidente de la Confederación Empresarial de la C. Valenciana (CEV), Salvador Navarro, respondió públicamente el mismo viernos tildando de «demagogia» estas palabras, una reacción que el presidente de la Generalitat ha tratado de apaciguar: «El puerto tiene que transitar por el diálogo, entre la ciudad, el entorno, la economía. No se puede hacer una dicotomía entre empleo y sostenibilidad, todo lo contrario, la sostenibilidad también habla de tener capacidad de generar puestos de trabajo», reclamaba ayer Puig, recordando la «buena coordinación y diálogo» entre administración y empresarios.

«Hay una situación en que hay que intentar buscar racionalidad y ver qué se necesita de acuerdo con la seguridad jurídica. Si es necesario una ampliación de cualquier documentación o estudio, si a quien le corresponde decidirlo, lo decide, se hará; y si no, no se hará», dijo apelando a la «seguridad jurídica» y a la decisión que tiene que tomar el Ministerio de Fomento sobre realizar o no una nueva declaración de impacto ambiental. «Seguridad jurídica y racionalidad, sin enfrentamientos estériles y buscando el interés general», insistía Ximo Puig.

El secretario general del PSPV quitó hierro a las palabras de Oltra sobre el hipotético peligro para la vida de acometer esta ampliación de la infraestructura del Grao: «Es una interpretación de sus palabras. Todos queremos lo mejor para nuestros hijos y eso no sabe de visiones políticas».

El encontronazo dialéctico entre Mónica Oltra y Salvador Navarro cerraba una semana en que la CEV ya había escenificado su respaldo total a la ampliación que impulsa Aurelio Martínez con dos centenares de enmiendas a favor del proyecto.

Nombramientos

Al margen de esto, el pleno del Consell del viernes aprobó el nombramiento de los representantes de la Generalitat en el consejo de administración de la Autoridad Portuaria. Tal como se esperaba, se ha elevado el peso político en este órgano, con la designación de la alcaldesa de Gandia (PSPV), Diana Morant, y también con Iván Castañón, secretario autonómico de Coordinación Institucional de Vicepresidencia y persona de la máxima confianza de Oltra.

Todo ello en vísperas de decisiones importantes, como la sesión extraordinaria de este lunes que debe poner en marcha el concurso para construir una nueva terminal de pasajeros, ligada al proyecto de la ampliación norte.

Los cambios de los vocales del Consell también han motivado la salida de Vicente Boluda, que ocupaba una plaza en representación de la Generalitat hasta la fecha. Con todo, su ausencia va a ser temporal. El comité ejecutivo de la Confederación Empresarial de la C. Valenciana (CEV) del jueves pasado aprobó la incorporación del naviero al consejo, «para no perder el conocimiento que tiene sobre los puertos», apuntan fuentes empresariales.

Las organizaciones empresariales tenían libre una plaza y han decidido ocuparla una vez la Generalitat ha movido sus piezas.