El sector de la hostelería (alojamiento y restauración) es uno de los más afectados por la crisis de la covid-19, con una caída de la demanda que, en el caso de la Comunitat Valenciana, se prevé superior al 30% en 2020. Se trata de un negocio que genera el 8,3% del empleo y el 5,9% del PIB valencianos. Sin embargo, solo el 23,7% de las empresas del sector se incluyen entre las consideradas más competitivas, casi dos puntos menos que en la media nacional, y la productividad de la hostelería valenciana es un 16% inferior al promedio de España. Esta debilidad, unida al pequeño tamaño de las empresas y a la escasa profesionalización de sus órganos directivos, complica la recuperación tras la pandemia.

Las restricciones a la movilidad para frenar la evolución de la pandemia han situado al sector de la hostelería (alojamiento y restauración) en una difícil posición, con perspectivas de recuperación mucho más a largo plazo que otros sectores. Aunque los problemas derivados de la caída de la demanda se dan en toda España, en la Comunitat Valenciana el sector presenta algunas debilidades que pueden complicar más la salida de la crisis. En primer lugar, el recorte en la demanda de los servicios de hostelería en la región en 2020 será elevado, con una caída del 33,6%, por detrás de Cataluña y Baleares, según datos de Turismo Valencia.

Además, para afrontar este descenso de clientes, la Comunitat Valenciana parte de un sector cuya productividad del trabajo se sitúa un 16% por debajo de la media nacional, según explican los autores del nuevo informe covid-19: IvieExpress, Alejandro Escribá y Carlos Albert. Utilizando datos del Observatorio GECE, los investigadores señalan también que solo el 23,7% de las empresas valencianas de alojamiento y restauración se incluyen en el grupo de las más competitivas, frente al 25,5% del conjunto nacional.

El tamaño de las empresas es uno de los factores que lastran esa competitividad y también la resistencia al impacto de la pandemia. Aunque el sector hostelero, en general, es muy pequeño -solo el 11% del empleo se genera en empresas de tamaño medio o grande-, en la Comunitat Valenciana esa atomización se acentúa, ya que las empresas grandes y medianas solo suponen el 7,2% del empleo generado por la hostelería.

Recuperación del sector

Otro de los elementos que pueden dificultar la recuperación del sector es la escasa profesionalización de sus órganos de gobierno. Las empresas valencianas son, en general, menos propensas al uso del Consejo de Administración que el promedio nacional, ya que predomina el administrador único. En el caso del sector hostelero, el porcentaje de empresas que cuenta con un órgano de gobierno corporativo que aporte diversidad de perspectivas a la toma de decisiones es del 21,6%, frente al 24,2% del conjunto de las españolas. Además, el porcentaje de los directivos de las empresas hosteleras con estudios superiores se sitúa en el 57,8% de media en España, mientras que para el conjunto de la economía alcanza el 85,1%.

Las empresas valencianas de hostelería cuentan con más de 1.000 establecimientos hoteleros y 14.824 que prestan servicios de restauración. En su conjunto, el sector genera el 8,3% del empleo en la Comunitat (180.000 personas) y el 5,9% del PIB. Es, por tanto, uno de los sectores más relevantes para la economía valenciana, pero también uno de los más afectados por las consecuencias del covid-19. Aunque tiene algunas fortalezas como el atractivo del destino turístico o la calidad de su oferta, las limitaciones comentadas (pocas empresas competitivas, falta de dimensión, baja productividad y escasa profesionalización) complican la salida de la crisis. Ante esta situación, los autores del informe inciden en que es necesario el apoyo a un sector con tanta relevancia, pero también con alta vulnerabilidad.

Para ello, proponen acciones que combinen la superación del bache más inmediato y profundo, con medidas que faciliten la liquidez, la supervivencia de las empresas y la conservación del empleo, con otras que refuercen las estructuras organizativas, en tamaño y calidad del gobierno corporativo, para conseguir una recuperación más sólida y un refuerzo de las capacidades competitivas a largo plazo.