La delicada situación que atraviesan las empresas tras los tres meses de estado de alarma y sus dificultades para terminar las nuevas colecciones, la caída en el consumo que ha provocado la crisis y la incertidumbre sobre la posibilidad real de que vengan los compradores extranjeros han sido más poderosas que las intenciones de Feria Valencia de celebrar el próximo septiembre el certamen Hábitat, que acoge a expositores del mueble, la iluminación y la decoración.

La institución informó ayer de que trasladará este feria al año que viene, con lo que se suma a lo que han hecho los otros principales recintos comerciales que exhibían mueble, principalmente Milán y París, que ya optaron por retrasar un año sus respectivos eventos. La decisión tendrá un coste importante para Feria Valencia, dado que Hábitat representa un 10 % de los ingresos anuales de la entidad. No obstante, la institución tuvo la fortuna de celebrar en febrero, poco antes del estado de alarma, el certamen de la cerámica Cevisama, que es el que aporta la mayor parte de la facturación.

La decisión, según un comunicado de Feria Valencia, responde a las «repetidas demandas» del sector, que aduce, además de su «compleja situación» por el confinamiento, «la incertidumbre que aún se cierne sobre los mercados internacionales y la visita de compradores de mercados clave como los de Rusia o Asia».

En sustitución de Hábitat, la entidad ha pactado con el sector celebrar un evento extraordinario que tendrá lugar el próximo noviembre y que se denominará Ágora Encuentros Hábitat VCL. Según el comunicado de la Feria, «muchos expositores», sobre todo del ámbito del diseño y la vanguardia, trasladaron al equipo del certamen la idea de organizar una plataforma comercial de tamaño ajustado y precios baratos para mostrar las novedades que tenían previsto exhibir en ferias como Milán, París y València.

La clave de este evento es el bajo coste de participar, porque no habrá grandes stands, cuya decoración y montaje es lo más oneroso de una feria, sino que las firmas expondrán sus productos en stands predecorados que no superarán los 140 metros cuadrados. Desde Feria Valencia aseguraron a este diario que «hay un clima de respuesta positivo», pero precisaron que también lo había entre los empresarios cuando la institución decidió mantener Hábitat en septiembre. Por tanto, hay mucha cautela y no es descartable que, conforme avance el verano, se quede en el camino este evento, para el que por ahora no hay previsión de número de expositores ni certeza de que puedan venir visitantes extranjeros.