El presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde, reconoció ayer que se aproximan momentos complicados que probablemente darán lugar a nuevos reajustes en el sector bancario. Así lo indicó en su discurso pronunciado con motivo de la celebración de la asamblea general de la entidad, en la que fue reelegido como máximo responsable por un mandato de cuatro años. En lo que a Cajamar respecta, Baamonde aseguró que continuará con su estrategia de crecimiento, a su ritmo, con las puertas abiertas para seguir avanzando en su proyecto de banca cooperativa de ámbito estatal. «Seguiremos sumando fuerzas, pero sin desviarnos de nuestro camino, de nuestra hoja de ruta, y sin renunciar a la esencia de lo que siempre hemos sido», subrayó.

Por otro lado, pidió no perder de vista la idea de que el negocio bancario se basa en la confianza, lo «que se gana con el tiempo, la constancia y la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace».

En el transcurso de su intervención, valoró la situación del sector financiero español: «Somos conscientes de que se aproximan momentos complicados que probablemente darán lugar a nuevos reajustes en el sector bancario, pero quiero decirles que, en lo que a nosotros respecta, continuaremos con nuestra estrategia de crecimiento, a nuestro ritmo, con las puertas abiertas para seguir avanzando en nuestro proyecto de banca cooperativa de ámbito estatal, sumando fuerzas, pero sin desviarnos de nuestro camino, de nuestra hoja de ruta, y sin renunciar a la esencia de lo que siempre hemos sido».

El presidente de Cajamar destacó el proceso de crecimiento y diversificación que en los últimos cuatro años ha llevado a «extender la presencia de la entidad a seis nuevas provincias, ampliar la cartera de clientes y ganar músculo financiero siendo una entidad próxima, y sobre todo una entidad útil, con una visión a largo plazo».

En su discurso ante la asamblea general, Eduardo Baamonde se refirió también a la crisis sanitaria originada por el coronavirus: «La sociedad española ha demostrado una gran capacidad de reacción y una solidaridad que ha hecho que nos sintamos orgullosos del país en el que vivimos. Al tiempo que las empresas están hoy mejor preparadas que en el pasado, menos apalancadas financieramente, más internacionalizadas y más profesionalizadas que hace diez años. Y si bien es cierto que sectores y actividades como el turismo, la hostelería y los pequeños negocios son los que están sufriendo en mayor medida el impacto de la crisis sanitaria, también lo es que, con las medidas de liquidez adoptadas por la UE y por el Gobierno, y la respuesta de las entidades financieras, deberían mantener la capacidad productiva una vez superadas las limitaciones inherentes al estado de alarma».

El presidente de Cajamar, entidad con un gran peso en la Comunitat Valenciana, no en vano dos decenas de rurales locales forman parte de su grupo cooperativo, advirtió de que una de las lecciones aprendidas en esta crisis «es la necesidad de reforzar el tejido productivo español y comunitario. Está claro que debemos valorar la importancia de producir bienes y servicios básicos, como lo han sido los alimentos y la financiación, y como debieron haber sido también los productos sanitarios y la investigación».

Los 180 delegados asistentes a la asamblea general de Cajamar, celebrada a mediodía de ayer simultáneamente en diez sedes distintas conectadas telemáticamente, dio su aprobación al informe de gestión y cuentas anuales individuales correspondientes al ejercicio 2019 presentado por el director general, Francisco González, y eligió al nuevo consejo rector de la entidad, cuyo mandato abarcará los próximos cuatro años.