Tribunal Supremo ha avalado la regularización hecha por Hacienda al impuesto sobre sociedades de La Caixa de 2004, 2005 y 2006 (en la actualidad CaixaBank), al considerar que la entidad estaba obligada a contabilizar las cantidades que su antigua cúpula percibía por acudir a los Consejos de Administración de sus participadas.

En su sentencia, la sala de lo contencioso-administrativo confirma que si bien los expresidentes de La Caixa Isidro Fainé y Ricard Fornesa, y el ex director general Antoni Brufau tendrían que haber cedido al banco, dada su «dedicación exclusiva» con él, «los ingresos correspondientes» por asistir a estas reuniones, el hecho de que no lo hicieran no eximía a la entidad de «contabilizar adecuadamente» tales cantidades. Según la sentencia, entre 2004 y 2006 las sociedades participadas, entre ellas Segurcaixa, Repsol, Telefónica, Abertis y Gas Natural, pagaron a los tres como consejeros designados por La Caixa retribuciones sometidas al IRPF. Tiempo después, la inspección de la Delegación Central de Grandes Contribuyentes de Hacienda mostró su disconformidad con el cálculo del impuesto de sociedades liquidado por el banco durante esos ejercicios, con lo que dictó un acuerdo de liquidación.

Ajustó la base imponible del gravamen a la cesión que hizo La Caixa a su presidente y directores generales «de determinadas retribuciones por su participación en aonsejos de administración de mercantiles participadas».