El mundo de las empresas ha sido, tradicionalmente, un sector reservado para los hombres. Durante mucho tiempo, las mujeres han tenido vetado el acceso al tejido empresarial y han estado apartadas de los puestos de responsabilidad en las grandes empresas.

La ruptura de esta enorme brecha de género empezó a originarse durante el siglo XX, con la introducción de la mujer al trabajo. Poco a poco, algunas de estas mujeres empezaron a ocupar puestos de mayor importancia o a emprender nuevos proyectos profesionales.

En este sentido, la última década ha sido clave en el objetivo de lograr una igualdad entre hombres y mujeres. Según el Informe Mundial Global Entrepreneurship Monitor (GEM), la brecha de género en España se ha reducido un 36 % en los últimos diez años y el 45 % de la población emprendedora actual son mujeres.

Estas mujeres cuentan, además, con el apoyo de la Asociación Española de Mujeres Empresarias, fundada en 1969, que trabaja por la defensa, la representación y la visibilidad de las mujeres empresarias en España.

Con tal de promover y reconocer el papel de la mujer en la sociedad, el Banco Sabadell ha lanzado su nueva campaña «Extraordinarias Mujeres», dentro de su programa Conversaciones Sabadell. La iniciativa consta de tres videos en los que se transmite una visión femenina de la sociedad y su manera de abordar la empresa.

El segundo de estos videos narra la experiencia de tres mujeres empresarias. Isabel Cosme, gerente de Blackcape, y Dolores Cortés, gerente de Dolores Cortés, son empresarias e hijas de empresarias. Su vida ha estado siempre ligada a la empresa y, junto con la directora del Hub Empresa de Banco Sabadell, Rosa Albors, hablan sobre el papel de la mujer en el tejido empresarial.

Trabajar en un mundo de hombres

En la actualidad, cada vez es más frecuente encontrar mujeres que ocupan puestos de responsabilidad y forman parte de los consejos de administración de las grandes empresas. Sin embargo, décadas atrás esto era muy difícil de imaginar y todavía queda mucho trabajo para lograr la igualdad de género en el mundo empresarial.

Rosa Albors, directora del Hub Empresa de Banco Sabadell, destaca que las antecesoras de las mujeres que, a día de hoy, ocupan la dirección de algunas empresas, «iniciaron un camino de valientes, creo, sin ser conscientes de ello».

Es el caso de las madres de las actuales gerentes de Blackcape y Dolores Cortés, que fundaron sus empresas en unos años en los que la brecha de género todavía era muy evidente. «Nuestras madres son nuestro ejemplo, ya que vivieron una época mucho más complicada que la nuestra. Cuando he trabajado en un mundo de hombres o en alguna multinacional, siempre me he movido pensando que era igual que todos», asegura Isabel Cosme, gerente de Blackcape.

«Estas mujeres tenían que abrir una cuenta bancaria con el nombre y la firma de un hombre, ya fuera su padre o su marido. A nosotras, que esto ya no lo hemos vivido, nos parece algo del pleistoceno, pero realmente ocurría hace unas pocas décadas», afirma Rosa Albors.

Por su parte, Dolores Cortés recuerda que su madre «iba a comprar tejidos por la noche en tren y mi padre, que se quedaba en la tienda por la mañana, decía que mi madre estaba en la cama, enferma».

Mujeres empresarias

Isabel Cosme y Dolores Cortés cogieron el testigo de sus madres y asumieron la dirección de sus empresas familiares. «Asumir las riendas y el control del negocio ha sido algo natural para ellas, porque la empresa ha sido su vida desde siempre», asegura Rosa Albors.

En este sentido, Isabel Consme afirma que «la empresa es demasiado débil como para que pensemos que puede sustentarse por sí misma. Una pyme familiar y pequeña necesita gente con pasión y vocación que quiera seguir y coger el testigo.».

En la misma línea de pensamiento se encuentra Dolores Cortés, quien opina que «estas empresas son muy vocacionales»: «Para la sucesión tiene que haber alguien muy decidido y, entre nuestros hijos, puede haberlo o no».

Respecto a su propia experiencia, la gerente de Blackcape confiesa que «creía que nunca me iba a dedicar a lo mismo que mi madre»: «Yo soy economista y empecé a trabajar en un área financiera de IBM, donde estuve diez años. Al final, hay algo que nos impulsa a seguir las riendas familiares. Mi decisión de abandonar la vida de ejecutiva y tomar la de empresaria fue para no sacrificar mi vida personal».

Dolores Cortés también empezó su carrera profesional en otro sector, el sanitario. «Trabajaba en el Hospital Arnau de Vilanova y compaginé ambas cosas durante mucho tiempo. Al final hice otra especialidad y dejé el hospital, porque casi nunca podía ir a la fábrica», relata.

Mirada hacia el futuro

Por último, las tres mujeres se refieren a las expectativas depositadas de cara al futuro y la dirección que tomarán muchas empresas.

«Es absurdo que, a día de hoy, una empresa no potencie una cultura de igualdad y diversidad, o que no cuide el equilibrio entre la vida personal y profesional de sus empleados», argumenta Rosa Albors. «Todavía hay muchas desigualdades y vemos muchas más corbatas que tacones en los consejos de administración, pero también es cierto que la mujer directiva está, cada vez, más visible. Tenemos que impulsar políticas de igualdad y trabajar por la incorporación y la presencia femenina en los altos cargos de las empresas», concluye la directora del Hub Empresa del Banco Sabadell.

Además, a esto se le suma la crisis mundial derivada por la pandemia de la Covid-19 y cuyas consecuencias afectarán a muchas pymes. «Para salir de esto, alguien tendrá que empujar y tirar, aunque casi siempre nos toca a nosotros. Si podemos consumir o ayudar a las empresas que están cerca y dan empleo a las personas de nuestro alrededor, mejor. No pensemos que nada es gratis: la pasión y el trabajo suele ser una combinación ganadora», puntualiza Isabel Cosme.

Por su parte, Dolores Cortés recuerda que «sin consumo no hay fabricación ni empleo. Es un tema que tenemos que abordar de forma generalizada, no individualmente».

Para cerrar el debate, Rosa Albors expresa una idea para futuras generaciones de mujeres empresarias: «Les diría que, si tienen talento, están dispuestas a arriesgarse, hacer frente a los problemas y creen en su trabajo, no se pongan límites ni permitan que otros lo hagan».

Dolores Cortés, al hilo de la misma reflexión, añade que «tienes que ver tus aptitudes, que cada uno tenemos unas diferentes, y cómo las puedes desarrollar. Por último, no debes desfallecer ante todas las dificultades, que todos las han tenido y las tendrán».