E l Ibex 35 concluyó ayer la semana con una caída del 4,3 %, lo que ha llevado al selectivo a situarse en los 6.628,3 enteros, un nivel no visto desde el pasado mes de abril, en un contexto que sigue marcado por la incertidumbre ante una segunda ola de covid-19 y el miedo a que las nuevas restricciones en distintos países, entre ellos España, frenen el camino hacia la recuperación económica. La Bolsa española acumula ya cuatro semanas consecutivas en negativo, arrastrada por el cambio en el sentimiento de los inversores, que ven en los nuevos brotes de coronavirus una amenaza para la recuperación. Adicionalmente, el mercado ha conocido que los precios industriales moderaron su caída en agosto al 3,5% y encadenaron 15 meses de retrocesos, mientras que el gasto en pensiones sube un 2,2% en septiembre, hasta la cifra récord de 9.911 millones. El resto de plazas europeas cerró ayer viernes también en negativo, a excepción del Ftse 100 de Londres, que experimentó do un alza del 0,34%. Así, el Cac 40 de París perdió un 0,69%, el Dac de Fráncfort un 1,09% y el Mib de Milán un 1,1%. En este escenario, el crudo Brent marcó un precio de 41,74 dólares.