Actualizar las pensiones con el IPC real, acabar con el déficit de la Seguridad Social en 2023 o ahondar en la separación de las fuentes de financiación del sistema para que el Estado se haga cargo de gastos impropios que pagaba la Seguridad Social, son algunas de las claves de las nuevas recomendaciones que acaban de renovarse por tercera vez en 25 años.

Estas son las 21 recomendaciones aprobadas este martes en la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo, que han recibido respaldo mayoritario salvo el voto en contra de Vox y las abstenciones de ERC y EH Bildu.

Con este acuerdo, se pone fin a un camino iniciado en otoño de 2016, hace dos legislaturas, cuando bajo la presidencia de la ‘popular’ Celia Villalobos en la Comisión el Congreso inició el proceso para renovar las recomendaciones hacia una nueva reforma de pensiones que garantizara la sostenibilidad del sistema.

La presidenta de la Comisión, la exministra socialista Magdalena Valerio, celebró ayer el acuerdo, subrayando que «es un punto de partida, no de llegada» y que la Comisión «va a seguir muy pendiente de que estas recomendaciones se materialicen en normas» que, «de una u otra manera tendrán que pasar por esta Comisión». Asimismo, manifestó su deseo de que esta renovación sea «rematada» en el Pleno del Congreso «cuanto antes». «La próxima semana no hay Pleno, pero si pudiera ser en la siguiente sería estupendo para poder rematar estas tareas», ha celebrado, recordando en todo caso que los grupos que «están a tiempo para introducir modificaciones puntuales» al texto aprobado ayer.

CC OO y UGT valoraron «muy positivamente» que el Congreso haya vuelto al consenso en materia de pensiones al alcanzar acuerdo en las recomendaciones del Pacto de Toledo.