Iberdrola ha lanzado un ‘megaplan’ de inversión histórico por 75.000 millones de euros para el período 2020-2025, el mayor de una empresa española, con el objetivo de adelantarse y aprovechar las oportunidades de la revolución energética que afrontan las principales economías del mundo e impulsar la reactivación ante la actual crisis del Covid-19, anunció el grupo con motivo de su Capital Markets Day. El grupo prevé duplicar su potencia instalada en renovables y aumentar sus beneficios en 5.000 millones de euros.

El 90 % de este volumen de inversión -68.000 millones de euros- rá dirigido a consolidar su modelo de negocio, basado en más energías renovables, más redes, más almacenamiento y más soluciones inteligentes para sus clientes. Los 7.000 millones de euros restantes corresponden a la adquisición de la compañía americana PNM Resources.

Así, la velocidad de crucero que impondrá en este periodo el grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán supondrá una inversión media de 10.000 millones de euros al año, entre 2020 y 2022, y de 13.000 millones de euros anuales en el período de 2023 y 2025.

Este plan inversor tendrá por destino, principalmente, las renovables, que representarán más de la mitad (un 51%) de esas inversiones orgánicas, unos 34.680 millones de euros- y la redes, con el 40%, (unos 27.200 millones). El área de clientes recibirá un 9%.

Por países, las inversiones están focalizadas en países con ambiciones climáticas y rating ‘A’. A España irán destinados cerca de 14.300 millones de euros de inversión -el 21% del total del grupo y representan un incremento del 60% frente al plan anterior-. En este mercado, más de 7.000 millones se dirigirán a renovables y, a redes, más de 4.500 millones de euros. En la Comunitat Valenciana la inversión prevista en renovables y redes es de 1.500 millones de euros, como adelantó Levante-EMV en julio.

Estados Unidos y Reino Unido, por su parte, concentran 34.000 millones de euros de la inversión, un 50% del total.

Este ritmo inversor estará acompañado de un crecimiento rentable durante el período. Así, la energética prevé obtener un beneficio bruto de explotación (Ebitda) de 15.000 millones de euros a 2025, lo que supone incrementar en 5.000 millones de euros el obtenido en 2019, registrando un crecimiento medio anual acumulado del 7%, y elevar su beneficio neto hasta los 5.000 millones (tras crecer un 6 % al año).