Las aerolíneas todavía adeudan 200 millones de euros a las agencias de viajes españolas por los billetes de los vuelos cancelados por la pandemia tras la declaración del estado de alarma en marzo, que obligó a suspender todas sus operaciones salvo en contadas excepciones. La Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV) ha llegado a denunciar a 39 compañías desde entonces, que en este tiempo han acumulado más de 30.000 reclamaciones de viajeros afectados.

El importe de estos billetes de avión vendidos a través de las agencias de viaje y que fueron cancelados por ese motivo de fuerza mayor se elevó en un primer momento hasta los 400 millones de euros, obligando a las agencias a afrontar el pago de esos retornos a sus clientes de su propia caja. Un hecho que, en un contexto de desplome de ingresos por el cierre de la movilidad, está generando graves problemas de liquidez a estos negocios.

De hecho, el sector, uno de los más afectados por el impacto de la crisis, asegura estar registrando descensos en sus ventas de en torno al 90 %. Además, uno de cada tres negocios no ha retomado la actividad desde su cierre en marzo y uno de cada cinco se estaría planteando bajar la persiana de forma definitiva.

La cifra de la deuda que mantienen las aerolíneas con las agencias de viajes valencianas «es imposible» de calcular, según admite la representante del sector en la Comunitat Valenciana, Eva Blasco. Pero aplicando la habitual cuota del 10 % que suele suponer la autonomía en el ámbito estatal (que podría quedarse corta en este caso por el peso del turismo), rondaría los 20 millones. La también presidenta de CEV Valencia apunta que desde el final de verano se han comenzado a realizar algunos pagos por parte de las aerolíneas, si bien lo vincula a la condicionalidad fijada en muchos de los planes de rescate estatales para estas compañías.

«Casi todos los países les están exigiendo que paguen estas deudas para acceder a los planes de ayudas públicas, por lo que algunas están comenzando a reembolsar. Pero solo en sus mercados principales y con el objetivo de cumplir con los requisitos del rescate», denuncia. Es decir, que aerolíneas como Air France, que recibirá 7.000 millones de las arcas francesas, está centrando esos pagos en las agencias de su país. Iberia, por su parte, los efectúa desde septiembre, «cuando comenzó a hablar con el Gobierno sobre un rescate», añade Blasco.

Pese a esos primeros pasos dados, «la situación sigue siendo dramática», lamenta Blasco. Según los datos de la propia Agencia Estatal de Seguridad Aérea, ligada al Ministerio de Fomento, este organismo tenía hace escasas dos semanas cerca de 15.000 de las más de 32.000 reclamaciones pendientes de tramitar.

El propio Ministerio de Consumo emitió una directiva ya en mayo remarcando que los pasajeros afectados por estas cancelaciones «tienen derecho a información, asistencia y reembolso o transporte alternativo», aclarando además que esa «alternativa» «no podrá afectar al derecho del viajero a optar por el reembolso, si así lo prefiere, que deberá efectuarse en un plazo de 7 días».

Norwegian entra en concurso de acreedores también en su país

La aerolínea de bajo coste Norwegian podrá seguir un doble proceso de reconstrucción en Irlanda y en Noruega, después de que la justicia de ambos países aprobara las solicitudes de la compañía, en peligro de quiebra desde hace meses. La justicia noruega informó ayer de que acepta la petición presentada horas antes por la aerolínea, que ya contaba desde el lunes con el visto bueno de la justicia irlandesa.

«Tras una estimación global, este tribunal no ve poco probable que Norwegian pueda lograr un acuerdo con sus acreedores. Las condiciones para abrir un proceso de reconstrucción se cumplen», consta en un fallo que protege a la compañía de un posible concurso. La aerolínea buscará 4.000 millones convirtiendo deuda en acciones y emitiendo nuevos títulos.