La preocupación es máxima entre los empresarios valencianos sobre el futuro de Feria València, que se encuentra al borde de la quiebra, tal como adelantó este diario el pasado sábado por los 92 millones de euros en pérdidas que tendrá que anotarse en las cuentas de 2020 si el Ayuntamiento de València y la Generalitat no llegan antes del 31 de marzo a un acuerdo que la libere definitivamente de la enorme losa de la deuda generada por sus obras de ampliación de 2020. A principios de febrero, la administración autonómica acabará de subrogarse la deuda ferial por importe de 474 millones, pero seguirá sin cancelarse la cuenta acreedora incluida en dicha operación por la que el dinero se lo adeuda la Feria. 

Ahí radica el motivo de las pérdidas de 2020 -las de explotación en un año sin actividad desde marzo por la pandemia ascienden a dos millones- y el patrimonio neto negativo en 83 y los números rojos de 97 en fondos propios. Esa losa, para levantarla de sus espaldas, requiere que el Consell y el consistorio valenciano pacten un canje, como pretende la socialista conselleria de Hacienda, de inmuebles por deuda, que rechaza el ayuntamiento, propietario del suelo y emisor de la licencia de actividad, que está gorbernado por Compromís. 

Inquietud

Aunque la inquietud viene de lejos y ya la han trasladado incluso al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que ha dado instrucciones para encontrar una solución, la patronal autonómica CEV y la Cámara de Comercio de València decidieron ayer hacer público un comunicado conjunto en el que «reclaman» a las dos administraciones «que se dé una solución definitiva a la situación de Feria Valencia y que se concluya el proceso de reestructuración de la institución». Los presidentes de las dos organizaciones, Salvador Navarro y José Vicente Morata, son conscientes de que los plazos se acortan y que la entidad ferial, sin un acuerdo, se verá en la obligación de ir a la suspensión de pagos y luego a la disolución a partir del 31 de marzo, una vez que se formulen las cuentas de 2020.

Los empresarios advierten a los políticos de que «no es asumible para la internacionalización y el crecimiento de la economía valenciana, ni a medio ni a largo plazo, prescindir de esta institución ferial». Acto seguido recuerdan algunos números, aportados por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), que contribuyen a calibrar el impacto de una entidad que sigue siendo la tercera de España en su sector: «Genera una riqueza en la Comunitat Valenciana cifrada en más del 0,5 % del PIB y del 0,6 % del empleo anuales». Asimismo, «el 47 % de los 3.500 expositores de Feria València tiene su sede social en la Comunitat Valenciana. Estas empresas atribuyen entre el 5 % y el 20 % de su facturación anual a su presencia en los diferentes eventos» de la institución. Tras recordar a sectores como el azulejo, el mueble, la iluminación o los textiles para el hogar, para los que su casa comercial es Feria València, el documento concluye con la siguiente afirmación: «En la actual situación de pandemia y con los perjuicios que provoca en la economía, Feria València es una herramienta indispensable para ayudar en la salida de la crisis, cuando la normalidad se recupere».

Navarro: "Lo prioritario ahora es la liquidez"



Salvador Navarro, además de presidir la patronal CEV, es uno de los dos vicepresidentes del comité ejecutivo de Feria València. El otro es la concejal socialista Pilar Bernabé. El director general, Enrique Soto, en el documento en el que informaba a los vocales de dicho órgano de la dramática situación de la entidad, del que dio cuenta este diario el pasado sábador, pedía que el vicepresidente del comité convocara de urgencia una reunión del mismo para buscar una salida al desacuerdo entre el ayuntamiento y el Consell sobre la deuda y para pedir una línea de liquidez a la conselleria de Hacienda de seis millones de euros. Necesita dinero para pagar nóminas y a proveedores.

Navarro aseguró ayer a este diario que solventar esta cuestión es ahora lo más prioritario. Hacienda ya tiene en sus manos el documento con las necesidades de liquidez, enviado la semana pasada por la Feria, y lo va a remitir a Bruselas para que la Comisión Europea dé el visto bueno. La respuesta, según Navarro, podría estar en 72 horas. El dirigente patronal asegura que justo después convocará al comité, del que en los últimos tiempos se ha caído un vocal, el representante de Ascer y presidente de Cevisama, el principal certamen de Feria València, Manuel Rubert, precisamente por la situación de incertidumbre.

Como decía el documento de Soto, a los dirigentes feriales se les podría reclamar responsabilidades judiciales en el ejercicio de su cargo, singularmente si el comité no insta a presentar el concurso de acreedores estando obligada a ello la empresa por su situación financiera. Es un supuesto que está encima de la mesa si no llegan ya los seis millones para pagar facturas.