La tercera ola de la covid-19, que ha golpeado con fuerza en la Comunitat Valenciana en febrero, con las restricciones que han obligado al cierre de la hostelería, ha tenido un dramático impacto en el mercado laboral de la autonomía. Según los datos hechos públicos ayer por los ministerios de Empleo y de Seguridad Social, el número de parados registrados aumentó en dicho período en 8.363 personas, un 1,87 % más que en enero, mientras que el incremento interanual (89.896) fue del 24,54 %. Las oficinas de Empleo registran así un total de 456.158 personas paradas, cifra que no se alcanzaba desde los años posteriores a la crisis de 2008.

El drama en el mercado laboral también se observa en la destrucción de empleo. La afiliación a la Seguridad Social se redujo en febrero en 10.863 personas respecto a enero y en 35.988 en términos interanuales. Según este organismo público, el último día del mes de febrero la afiliación se situó en 1.884.456 personas, frente a las 1.927.862 de hace un año.

La C. Valenciana fue la segunda con un peor comportamiento tras Andalucía (14.418) en un mes en el que en el conjunto de España el desempleo anotado en las oficinas de los servicios de empleo públicos fue de 44.436. España supera los cuatro millones de parados por primera vez desde 2016.

El dato de febrero incidió principalmente en la provincia de Valencia, donde se registraron 4.804 parados más, seguida de Alicante (2.388) y Castelló (1.171). Por sectores económicos, la actividad más damnificada fue los servicios, singularmente afectados por el cierre de la hostelería, la reducción de horario en el comercio y las trabas a la movilidad. Este sector aumentó en número de parados en 7.844, mientras que en la agricultura lo hizo en 429 y en la industria, en 127. Por contra, la construcción experimentó un descenso de 489.

El paro registrado por las oficinas del Servicio Valenciano de Empleo y Formación, Labora, no incluyen a los trabajadores afectados por expedientes de regulación temporal de empleo por causas de fuerza mayor. El último día de febrero el número de ERTE en la Comunitat era de 22.187, que afectaban a 98.060 trabajadores (52.816 mujeres y 45.244 hombres), según datos de la Conselleria de Economía.

Para el secretario autonómico de Empleo, Enric Nomdedéu, los datos del paro son negativos y corresponden a la mala evolución del sector servicios, si bien destacó «la resistencia de la industria o de la construcción». Por su parte, la patronal CEV sostuvo que el mayor peso del sector servicios y las medidas más severas de restricción han causado una repercusión más adversa que en el conjunto de España.

UGT-PV lamentó que las mujeres, a pesar de ser el 60% del total de población parada, representan en torno al 45% de las personas cotizantes y ocupan menos del 40% del total de contratos indefinidos. CC OO-PV denunció que el aumento del paro evidencia los problemas estructurales del mercado laboral, con una precariedad y temporalidad excesivas, que impiden desarrollar los proyectos de vida, especialmente a los jóvenes y a las mujeres.

La contratación se desploma un 26 % respecto al inicio de 2020

Los malos datos de paro registrado tuvieron su correlación con el de los contratos firmados en febrero en los centros de trabajo. En la Comunitat Valenciana se suscribieron 110.699, es decir 20.158 menos que en enero y 40.424 por debajo (es decir, una caída del 26 %) de los que se formalizaron en el mismo mes de 2020, justo antes de que el 14 de marzo el Gobierno central decretara el estado de alarma para hacer frente al pandemia del coronavirus. La contratación indefinida subió un 9,5% en términos mensuales, con 1.195 contratos más, cuando en el conjunto del país creció un 6,6%. Mientras tanto, los contratos temporales se redujeron en un 18,05% en febrero, con 21.353 menos. Ese retroceso fue superior a la media de España, que fue del 8,3%.