El proyecto de construcción de la nueva terminal de contenedores del Puerto de València acelera el debate político. Ayer le tocaba al conseller de Economía, Rafael Climent, quien hasta ahora no se había pronunciado. El dirigente del Consell, de Compromís, sostiene que la infraestructura «no hace falta de ninguna de las maneras» y que se deberían «buscar otras alternativas» que puedan «seguir potenciando» la economía «sin hacer daño ni al medioambiente, ni a las playas, ni al territorio en su conjunto». Entre estas , Climent anima a mirar hacia el vecino Puerto de Sagunt. Climent realizó estas declaraciones tras la decisión de Puertos del Estado de remitir a la Autoridad Portuaria de Valencia un informe jurídico que establece que el proyecto de ampliación cuenta con Declaración de Impacto Ambiental «favorable y vigente», si bien deja a su criterio la necesidad de someter las obras a una nueva evaluación.

Además, Compromís planteó ayer en las Corts revertir el dique de abrigo que prevé albergar la ampliación norte del puerto de València de no realizarse este proyecto y Unides Podem considera que los tribunales «deben» pararlo. Mientras, el PSPV-PSOE no ve posible derribar el dique y defiende que el «daño medioambiental ya está hecho». El PP reclamó que no se bloquee un proyecto que garantiza la competitividad de Valenciaport frente a recintos como Barcelona -que ya hizo su ampliación- o Tánger-Med.

Con todo, el eurodiputado del PP González Pons considera que «el puerto de Rotterdam crea trabajos (ni tantos ni desde luego de alta cualificación), pero por su causa kilómetros y kilómetros de costa son sacrificados. Yo no quiero eso para Valencia y reclamo un debate público y libre para que la ciudad decida si quiere perder sus playas», puntualizó.