Grupo Cajamar obtuvo un beneficio neto consolidado de 14 millones de euros al cierre del primer trimestre, lo que representa una caída del 18,7% respecto a las ganancias logradas en el mismo periodo de 2020, según informó ayer la entidad.

El banco afirma que la caída del beneficio se ha producido por una «gestión prudente», al destinar la mayor parte de los ingresos obtenidos por la evolución del negocio y los resultados de operaciones financieras (ROF) «a fortalecer coberturas, provisiones y al saneamiento del activo intangible, lo que refuerza la solvencia del grupo».

De esta forma, la entidad ha destinado a estas partidas cerca de 512 millones de euros, de los que 461 millones corresponden al ROF. Esto ha posibilitado que la tasa de cobertura de la morosidad ascendiense al 69,48%, lo que supone 19,7 puntos porcentuales más que en el mismo periodo del año anterior.

El margen de intereses aumentó un 27,7% gracias al incremento de los ingresos por intereses y, en menor medida, por la reducción de los gastos por intereses, unida a una «buena evolución» de las principales magnitudes del negocio.