La nueva factura eléctrica, que entrará en vigor el próximo 1 de junio, supondrá una rebaja de en torno a un 3,4 % del recibo de los 19 millones de consumidores domésticos acogidos a la tarifa regulada (PVPC) sin discriminación horaria, según las estimaciones de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). En el caso de los consumidores que ya estaban acogidos a la discriminación horaria -10 millones- el nuevo esquema hará que la factura suba 2 euros al mes.

La clave de los cambios pasa por una reducción de un 68 % en el componente regulado de la factura -los peajes y los cargos (costes asociados al fomento de las renovables, a las extrapeninsulares y las anualidades del déficit de tarifa)- que representan entre el 50-55 % del precio final. El 24 % restante de lo que se paga en el recibo de la luz corresponde al coste de la energía y el 21% a los impuestos. En lo que se refiere al consumo, se fijan tres tramos horarios: ‘punta’, ‘llano’ y ‘valle’. Así, la CNMC entiende que estos ahorros en la factura pueden ser mayores ajustando esa potencia de ‘punta’ y ‘valle’ con medidas como intentar no encender varios aparatos a la vez (lavadora y cocina o plancha), ya que podrían inducir un ahorro de entre 200 y 300 euros anuales para un consumidor con alto equipamiento eléctrico.