El Gobierno ha decidido darse un poco más de margen para cerrar un acuerdo con el que prorrogar los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), después de que la patronal rechazará su última propuesta apoyada por los sindicatos que quieren un pacto tripartito. El Ejecutivo convocó ayer un consejo de ministros extraordinario el jueves para aprobar la prórroga.

A menos de una semana para que concluya la actual prórroga de los ERTE, Gobierno, patronal y sindicatos continúan negociando para tratar de ampliar hasta el 30 de septiembre este instrumento.

La ministra portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, dejó claro que en ningún caso los ERTE corren peligro y se mostró confiada en que se cerrará un acuerdo sobre las condiciones para prorrogarlos.

«Yo no contemplo la posibilidad de que no haya acuerdo en el marco del diálogo social», subrayó Montero en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, y añadió que espera que el pacto llegue «a lo largo de las próximas horas» o días.

«Tenemos entrenamiento, conocimiento y confianza mutua para conseguir este nuevo acuerdo antes de la fecha», dejó claro Montero.

En el mismo sentido se pronunció la vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que tranquilizó a trabajadores y empresas afectadas al decir que los ERTE se van a mantener, que la prórroga no peligra y que ella personalmente «se va a dejar la piel» para que haya acuerdo.

Las negociaciones han pivotado en la última semana sobre la cuestión de las exoneraciones sobre las cotizaciones que pagan las empresas por sus trabajadores en erte. Esta cuestión la maneja el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, dirigido por José Luís Escrivá, y el foco de disenso es el nuevo sistema de exoneraciones. Este pretendía introducir una doble vara de medir para aquellas empresas con un erte activo: habrá un tipo de ayudas para aquellos trabajadores que salgan del expediente y otras para aquellos trabajadores que permanezcan inactivos.