El Ministro de Agricultura, Luis Planas, avanzó ayer en València que el plan estratégico del Gobierno sobre la nueva Política Agraria Común (PAC) para el período 2023-2027, que debe presentar a Bruselas antes del 31 de diciembre, garantizará que los propietarios de pequeñas explotaciones de cultivos que percibían ayudas de la UE las puedan seguir cobrando como hasta ahora y defenderá que se puedan incorporar nuevos sectores y nuevos perceptores de esos fondos. En una autonomía como la valenciana, dominada por labradores a tiempo parcial (es decir, que su principal fuente de ingresos no procede del campo), el dirigente de la política agraria del Ejecutivo central, quien se reunió con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, garantiza que dicho plan estratégico recoge «importantes novedades» como la definición de quién es «agricultor en activo» a los efectos de percepción de las subvenciones de la UE.

Respecto a la definición del agricultor profesional, el Gobierno prevé que los criterios para tener derecho a ayuda serán estar dado de alta como autónomo en el la rama agraria de la Seguridad Social, que el 25% de la renta anual proceda de la actividad agrícola o ganadera, o ser perceptor de una ayuda de la PAC que no sobrepase los 5.000 euros. Planas comentó que las organizaciones profesionales de productores de frutas y hortalizas (es decir, las cooperativas) «no tienen techo» en su financiación. También garantizó que el sector del arroz verá aumentado en un 17 % las ayudas procedentes de las PAC.

Cítricos y Sudáfrica

Puig abogó por un comercio «limpio y digno, sin competencia desleal» en el que «todos compitan en las mismas condiciones», y agradeció el apoyo del Ministerio de Agricultura a la consideración de los cítricos como ‘producto sensible’ en Europa. Esta medida reivindicada por el sector citrícola, cuya solicitud debía ser planteada por un Estado miembro, contribuirá a hacer frente a las distorsiones que están produciendo en el mercado las cada vez mayores importaciones de naranjas sudafricanas.

El sector citrícola considera necesario revisar las condiciones del acuerdo comercial con Sudáfrica, cuando se cumplen cinco años desde su entrada en vigor, y en concreto limitar los meses en los que se pueden importar cítricos de este país, así como fijar cantidades máximas para evitar la caída de precios para los productores valencianos, como consecuencia del exceso de oferta por la introducción de variedades más tardías procedentes de este país que compiten directamente con los cítricos valencianos.

Planas y Puig también abordaron la necesidad de que la UE imponga el tratamiento de frío a las importaciones de productos perecederos de fuera de la Unión Europea como «medida eficaz para evitar la entrada de nuevas plagas».