Ver a repartidores circular a contrarreloj y cargados con sus mochilas se ha convertido en una imagen habitual en las grandes ciudades europeas. La llegada de las plataformas digitales ha transformado la economía del continente, pero esa expansión se ha logrado a costa de la precarización de sus trabajadores. Para revertir esta falta de derechos sociales, la Comisión Europea (CE) aprobó ayer una directiva que fija las condiciones mínimas para regular laboralmente este sector y que obligará a contratar a hasta 4,1 millones de empleados que actualmente trabajan como falsos autónomos.

Así, el ejecutivo comunitario sigue los pasos de la ley de los repartidores española, más conocida como ‘Ley Rider’, que entró en vigor el pasado 12 agosto. La normativa española obligó a plataformas como Glovo o Deliveroo a contratar a sus repartidores –lo que llevó a ésta última a dejar de operar en el país—, sin embargo la propuesta europea va más allá y pretende regularizar la situación de los trabajadores de plataformas en otros sectores que también explotan ese vacío legal como Amazon o Uber, entre otras. Un estudio citado por la CE señala que un 55 % de esos trabajadores de plataforma cobran menos por hora de lo que fija el SMI de su país