CC OO y UGT se manifestaron ayer ante las organizaciones empresariales de todo el país para reclamar el mantenimiento del poder adquisitivo de los salarios, y advirtieron de un incremento de la conflictividad social después del verano si la patronal CEOE se mantiene en su «cerrazón».

Ante la sede de CEOE, los secretarios generales de UGT y CC OO, Pepe Álvarez y Unai Sordo, emplazaron a la patronal a sentarse de nuevo en la mesa de negociación del acuerdo para el empleo y la negociación colectiva, después de que a principios de mayo la dieran por cerrada ante la imposibilidad de pactar un marco salarial que sirviera de referencia a la hora de negociar los convenios colectivos.

La discrepancia que no se pudo salvar entonces tuvo que ver con la recuperación de las cláusulas de garantía salarial ligadas a la inflación, una cuestión imprescindible para los sindicatos e inadmisible para la patronal.

El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, volvió ayer a rechazar, en declaraciones a Onda Cero, un acuerdo que indexe las subidas salariales al índice de precios de consumo (IPC) para evitar los efectos de segunda ronda y la pérdida de competitividad de las empresas.

Garamendi está a favor de que los salarios suban, pero en contra de incluir en un acuerdo marco una cláusula que revise automáticamente los salarios con la inflación, ya que condicionaría la negociación colectiva y no todos los sectores pueden permitírselo. Ayer tarde, la vicepresidenta económica del Gobierno, Nadia Calviño, se reunió con patronal y sindicatos para retomar el pacto de rentas. El encuentro no había finalizado al cierre de esta edición.