En los últimos años, muchas empresas han avanzado hacia la implementación de los criterios ESG (Environmental, Social and Governance) en la estrategia y en el negocio. Su consecuente divulgación propiciará a las compañías una mayor visibilidad y elegibilidad ante los actores del mercado y las dotará de acceso a nuevos recursos y mejores ventajas de financiación.

Con el paso del tiempo, el peso de los criterios ambientales, sociales y de buen gobierno han ido creciendo en la mayoría de las empresas y muchos clientes se preocupan por ellos antes de contratar sus servicios. Sin embargo, todavía existen compañías reticentes a incorporarlos en sus planes. ¿Es viable mantenerse al margen de esta tendencia?

En los últimos años, factores como el cambio climático, la escasez de las materias primas, la dependencia energética, la crisis sanitaria a raíz de la pandemia y el crecimiento de la desigualdad social han acelerado la necesidad de incorporar la sostenibilidad en las estrategias y decisiones de todos los agentes de la economía. Desde hace ya años, se ha detectado en la sostenibilidad una oportunidad de negocio, así como una amenaza real en caso de seguir en una economía intensiva en carbono y poco sostenible socialmente. A largo plazo, aquellas empresas que se mantengan reticentes a incorporar la sostenibilidad en su modelo de negocio no podrán adaptarse y tendrán dificultades para ser competitivas.

La actividad de las empresas es responsable de una gran parte de la emisión de gases sobre la atmósfera. Sin embargo, el cálculo de la huella de carbono en España no es obligatoria para todos. ¿Considera que debería ser una normativa de obligado cumplimiento? ¿Cree que esto contribuiría a reducir estas emisiones y compensar el impacto sobre el medio ambiente?

Como bien es conocido, es necesario un compromiso global por parte de todos los agentes para cumplir los objetivos de la Agenda 2030. El objetivo de España a largo plazo es convertirse en un país neutro en carbono en 2050 y se ha fijado el objetivo de lograr una mitigación de, al menos, el 90 % de las emisiones de CO2 respecto a 1990. En este sentido, el cálculo de la huella de carbono ofrece una oportunidad de negocio porque ayuda a conseguir un ahorro en costes con una buena gestión de la eficiencia energética, facilita el hecho de ser proveedor elegible para los clientes y consumidores y responde ante un requisito básico para acceder a subvenciones y contratos relacionados con las AAPP.

Las empresas son una parte intrínseca de la sociedad y, como tal, no pueden mantenerse al margen de ella. ¿Cuál debe ser el compromiso y las obligaciones de las empresas con esta?

Las empresas desempeñan un papel central en el desarrollo económico tanto a nivel global como nacional y esto se traslada de la misma manera al impulso que pueden dar a que la transición ecológica y el desarrollo social sean un éxito. En este sentido, las empresas están más avanzadas que la sociedad porque deben anticiparse a sus necesidades y, por ello, son fundamentales y clave para esta transición. Nosotros, como banco, estamos incentivando que las empresas aumenten su ambición respecto a los objetivos de sostenibilidad, requiriendo información no financiera y aumentando la oferta de productos bancarios especializados en energías renovables, eficiencia energética y movilidad sostenible, propiciando un mayor atractivo ante la opciones sostenibles.

A lo largo de la trayectoria del Banco, ¿Cómo han evolucionado la RSC dentro de la compañía?

La sostenibilidad forma parte de nuestros valores y nuestra forma de entender la banca, por lo que nuestra evolución en este aspecto ha sido progresiva y con foco en nuestra relación comercial y el impacto positivo en el entorno donde desarrollamos nuestra actividad. Banco Sabadell siempre se ha caracterizado por situar al cliente en el centro, fomentando claramente las relaciones de valor y a largo plazo, especialmente frente a los retos como la internacionalidad, la transformación digital y ahora en la transición ecológica con la transformación energética, por ejemplo, y el desarrollo social, con foco en la inclusión financiera, el impulso del talento y la empleabilidad, entre otras cuestiones.

Los Premios Empresa y Sostenibilidad se vertebran en tres categorías: responsabilidad social, medio ambiente y gobernanza. ¿Qué hace Banco Sabadell para mejorar en cada uno de estos aspectos?

En Banco Sabadell todos asumimos compromisos sociales, ambientales y de buen gobierno. La sostenibilidad no sólo está implícita en nuestro propósito y estrategia sino también en nuestra estructura, órganos de gobierno y marcos de actuación. Para ello, disponemos de Sabadell Compromiso Sostenible, como marco que integra estos compromisos ESG con foco en cuatro pilares estratégicos como son la propia entidad, nuestros clientes, el ecosistema inversor y la sociedad.

¿Cómo serán las empresas del futuro y cuál cree que será el peso de los criterios responsables en el momento de tomar decisiones?

Las empresas con futuro serán aquellas que tengan incorporada la sostenibilidad en su propósito y estrategia. Para ello, las empresas deberán trabajar todos los aspectos ESG de forma colaborativa y transversal además de fomentar un talento diferencial y apostar por la innovación.