La Fundación Valenciana de Estudios Avanzados, con la colaboración del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Levante (COIAL), ha analizado hoy las claves de la alimentación del futuro. Lo ha hecho a través de la jornada Ingeniería agronómica y conexión de biosistemas: nuevo modelo agroalimentario, en colaboración con la Diputación de Castelló, La Fundación Premios Rei Jaume i y la Fundación José Pastor Fuertes.

Los ingenieros agrónomos Benito Jiménez (Impresión del sistema agroalimentario en el momento actual en España), Enrique Torrente (Digitalización y sostenibilidad), Natalia Falagán (Desperdicio alimentario), Jesús Paniagua (integración de biosistemas) y Jorge Jordana, (Industria alimentaria: desarrollos) han sido los encargados de esbozar la situación actual y vaticinar el futuro inmediato.

El sector primario ha de incrementar el uso de la ciencia y la tecnología

El secretario autonómico de Agricultura y Desarrollo Rural, Roger Llanes, ha inaugurado las jornadas y ha llamado la atención sobre “la dicotomía que existe entre la industria agroalimentaria, que es extremadamente puntera, innovadora y de liderazgo y el sector que le suministra la mercancía, el sector primario, que aunque avanza a un alto ritmo, no tiene ese mismo nivel de desarrollo y tendrá que redoblar el uso de la ciencia y la tecnología para conseguir su viabilidad. La industria alimentaria es potentísma, tiene capacidad para incorporar todo esto, mientras que es el sector primario en sentido estricto es donde hay problemas de precio, de competitividad y de rentabilidad. En ese sentido hay que tratar de buscar un reequilibrio que permitiese que la distribución de ganancias y beneficios estuviese un poco más equilibrada. El modelo necesita la incorporación de nueva tecnología, de digitalización, y desde la Conselleria de Agricultura estamos impulsando este tipo de acciones”. 

El decano del COIAL, Baldomero Segura, ha acompañado a Llanes en la inauguración: “Nos enfrentamos a un ritmo creciente de la población mundial, somos ya 8.000 millones y esto seguirá creciendo. Desde el sector agrolimentario se tiene que dar una respuesta que no ponga en peligro la reducción de alimentos y mantenga el ecosistema lo mejor posible. Estas jornadas son oportunas porque un grupo de señalados especialistas va a mostrarnos cuál es la perspectiva que tiene el sector agroalimentario para cumplir sus objetivos estratégicos”.

Las políticas de la UE dejan completamente de lado la investigación agraria

Jorge Jordana, patrono del instituto Madrileño de Estudios Avanzados en Alimentación e ingeniero agrónomo de vasta trayectoria, se muestra muy crítico ante la delicada situación del sector agrario en el ámbito de la Unión Europea: “La política agraria comunitaria está muy centrada en el medio ambiente y la economía circular, pero deja absolutamente de lado la investigación, que no es sino el futuro de la agricultura. No es que el cambio climático no sea importante, pero se olvida que también afecta a los cultivos. Si no somos capaces de crear cultivos más resistentes a las sequías tenemos un serio problema a la vuelta de la esquina”. 

Sobre la política española, Jordana ha denunciado que la legislación relacionada con la agroalimentación “se está elaborando sin consultar con técnicos especialistas como los ingenieros agrónomos”. Y se ha echado las manos a la cabeza con el uso que se ha hecho de los 76.000 millones de euros de subvención que la UE otorgó a España para renovación y puesta al día de su infraestructura industrial: “El sector agroalimentario representa el 20% del sector industrial español y sin embargo, solo ha recibido 216 millones de euros, lo que significa el 0,3% del total concedido. Esto me parece inaudito”.

Reducir el desperdicio alimentario, fundamental

Natalia Falagán es profesora titular de Ciencia y Tecnología de alimentos de la Universidad de Cranfield, en el Reino Unido, y ha alertado sobre “la imposibilidad de producir más alimentos de los que ya generamos cada año”. Falagán pone en marcha estrategias para reducir la pérdida y el desperdicio alimentarios a nivel global. “El desperdicio alimentario no es un problema aislado y conecta con el campo de la investigación y las políticas sociales”. Ella tiene muy claro que no es posible, debido a la falta de recursos naturales, producir más comida en el planeta. Por eso ha explicado que es “irrenunciable reducir la pérdida y el desperdicio alimentarios para poder seguir dando de comer a millones y millones de personas”.

Una economía del carbono renovable

Jesús Paniagua, director de organización y Sistemas de Gestión en Grupotec, ha analizado los biosistemas en España desde el punto de vista de la economía del carbono orgánico, la ganadería, la logística alimentaria, la gestión de aguas residuales y residuos. “Estos flujos del carbono nos llevan a nuevas formas de energía: bioenergía, biomasa, energía a partir de residuos, biomateriales, biocombustibles...”, ha explicado Jesús Paniagua. “Es necesario que generemos toda la energía renovable posible, y para ello debemos de aprovechar la energía dónde está, generar una economía del carbono renovable y crear biosistemas más allá de la alimentación y las materias primas biológicas”.