Opinión

¿Y si aprendiéramos a leer etiquetas?

¿Y si aprendiéramos a leer etiquetas?

¿Y si aprendiéramos a leer etiquetas? / alfonso saura

Alfonso Saura

Viajamos en el tiempo 10 años atrás y cambiamos de destino, vamos hasta Dhaka, capital de Bangladesh. Una fábrica textil con grietas en las paredes, cubos de arena como medida antiincendios y ríos teñidos del color tendencia a su alrededor.

Mientras, en occidente vivíamos ajenos a la tragedia, al día siguiente, cambió la vida de más de 2000 personas, pues se derrumbaba el famoso edificio de Rana Plaza. ¿Quién nos habría dicho en ese momento que las prendas más deseadas del verano escondían dichas condiciones laborales y medioambientales?

En ese momento comienza un movimiento de reflexión por parte de la industria textil: ¿realmente estamos haciendo las cosas bien? ¿Es sostenible este modelo de sobreproducción, donde lo realmente importante es la cantidad que produces a costa de todo lo demás?

¿Y si volviésemos al origen? ¿Producir prendas de mayor calidad para un consumo más consciente? Así empezó la historia de Clotsy Brand. Ángela Gómez y Alfonso Saura en mitad del confinamiento de 2020 decidieron cambiar su rumbo para crear una empresa de moda consciente.

Cada vez nos preocupamos más por quién ha hecho nuestras prendas y a quién estamos apoyando. ¿Por qué no volvemos a producir nuestros calcetines en Pradoluengo, la capital española de los calcetines?

Está en boca de todo el mundo la protección de la España rural y vaciada. Pero, ¿realmente hacemos algo por apoyarla? En Campillo de Altobuey (Cuenca) se encuentra una fábrica de prendas de punto que, tras la crisis del 2008, todas las marcas para las que trabajaban se fueron a China a producir y se vieron obligados a reducir la plantilla a más de la mitad.

Hablando con el dueño de la fábrica nos contaba, «nuestro proveedor de maquinaria nos invitó a Marruecos a producir allí con sus máquinas de última generación, no quiero ni recordar lo que nos encontramos en los talleres».

No paramos de escuchar cómo podemos cambiar el mundo con nuestras acciones. Cada compra es un voto de confianza a esa marca que confía en una producción local y de calidad.

Como decimos en Clotsy, no se trata de tener un armario nuevo cada temporada, sino de comprar ropa de calidad y cómoda. La prenda más sostenible es aquella que más tiempo dura. ¿A qué estamos esperando para el cambio?