La primera edición de los premios BBVA, celebrada el pasado 9 de mayo, se convirtió en un reconocimiento para tres pymes españolas que, gracias a su esfuerzo e implicación diarias, se han convertido en referentes de la transformación digital, de una forma sostenible e innovadora, y se han alzado como generadores de riqueza.

Uno de los tres premios concedidos recayó en la Comunitat Valenciana, concretamente, en la empresa Gestión Inteligente de Conflictos (GIC). Su apuesta por la digitalización en el año 2018 —previa a la irrupción de la pandemia— hizo que la crisis sanitaria se convirtiera en un punto de inflexión para impulsar definitivamente la digitalización y el crecimiento de la empresa. 

Fue una apuesta firme y decidida de su CEO, Gemma Pons García; quien, ahora, con la perspectiva de la experiencia vivida asegura que «la pandemia nos pilló con los deberes hechos».

Gracias a esa decisión, la empresa «ha podido cumplir un doble objetivo: atender a nuestros clientes y seguir resolviendo sus conflictos a través de las mediaciones online y, además, seguir funcionando y que ningún miembro del equipo se quedara sin trabajo», explica Gemma Pons García.

En el año 2020, sus mediaciones online se multiplicaron por tres y su modelo de negocio también inició su transformación. En la actualidad, el 70 % de las mediaciones que realiza la entidad son de forma virtual.

«Esto nos ha permitido crecer a nivel nacional e internacional —asegura la CEO de GIC—. La digitalización ha eliminado las fronteras y, además de permitirnos llegar mucho más lejos, ha logrado que nuestros procesos sean más ágiles y menos costosos. También me atrevería a decir que ha reducido el impacto emocional en los conflictos más problemáticos, porque la mediación virtual resulta más sencilla y menos invasiva para las partes».

Una empresa sostenible

Gemma Pons García es Licenciada en derecho y empezó su trayectoria profesional como abogada. “En muchos casos, todas las partes tienen algo de razón. Sin embargo, lo que tradicionalmente nos enseñan es que solo hay dos maneras de enfrentarse un conflicto: ganando o perdiendo. Pensé que debía buscar otras fórmulas para resolver los conflictos de una forma más pacífica y sostenible. Y así surgió mi vocación por la mediación”, afirma la CEO de GIC. 

Gemma Pons García fue una de las primeras mediadoras de España. Empezó a trabajar como mediadora en el año 2000, incluso antes de que la mediación fuera reconocida como un sistema extrajudicial de gestión de conflictos válido y eficiente. Se enamoró de su profesión y quiso implicarse más.

En el año 2012 se decidió a emprender y fundó GIC. Pons García explica que su objetivo era crear una empresa que generará un impacto positivo en la sociedad, que fuera sostenible y que fueran las propias empresas las que se decidieran a subcontratar este servicio. 

Gemma Pons, CEO de GIC ED

Según la CEO de GIC, las personas están siempre en el centro de la sostenibilidad y de su gestión empresarial. Lo más valioso de la mediación para las empresas y los ciudadanos es utilizar este recurso antes de judicializar el problema.

Resolver los conflictos de forma pacífica contribuye a avanzar hacia un mundo más justo, y como también señala el legislador puede ayudar a descongestionar el sistema judicial. “La situación actual de los tribunales supone un colapso”, destaca Pons García.

“El anteproyecto de ley de medidas de eficiencia procesal establece que para admitir una demanda en un juzgado se exigirá que con carácter previo se haya intentado abordar el conflicto de una forma extrajudicial. Creo que estamos avanzando y que ese anteproyecto evidencia que una cosa es resolver los pleitos, y otra más profunda es solucionar el conflicto que motivó el enfrentamiento en el juzgado. Por eso pienso que nuestro papel es fundamental”. 

GIC, pioneros en transformación digital 

Desde GIC han apostado firmemente por modernizar el tradicional ámbito de la mediación. Reconocen que no ha sido fácil, pero sus resultados los avalan. El 80% de los conflictos que gestionan acaban con acuerdo. 

La idea de transformar digitalmente sus servicios, cuando en su sector pocos apostaban por ello, surgió de observar las necesidades de sus clientes y los vertiginosos cambios de la sociedad. “Si la gente se enamora a través de plataformas online, ¿cómo no va a ser capaz de mediar sus conflictos online?”, reflexiona Pons García.

“Así empezó nuestra aventura. A pesar de que pocos creyeron en nuestra apuesta, nuestros resultados nos están dando la razón”. 

Gemma Pons durante los premios BBVA Revoluciona. ED

Según Pons García, el Premio Revoluciona, otorgado por BBVA y la Facultad de Economía de la Universidad de Valencia, es un orgullo y un impulso para seguir apostando por la innovación.

“Nuestro reto de futuro es ser el “Amazon” de la mediación. Desde Valencia queremos llegar a todo el mundo. Resolver pacíficamente los conflictos de todo tipo de clientes de una forma ágil, rápida, segura y sencilla. Queremos evitarles los procesos judiciales y los desplazamientos. Y además, reducir sus costes económicos y emocionales. Y que ganen tiempo para invertirlo en sus negocios y en su vida de una forma más productiva y satisfactoria”.

Premios Revoluciona BBVA

Equipo humano, personalización e innovación

En GIC resuelven los conflictos que surgen en las relaciones con otras personas, físicas y jurídicas, en todos sus entornos: familiar, laboral, medioambiental, empresarial, etc. La CEO de GIC explica que la mediación cada vez tiene mayor consolidación en nuestra sociedad y ha demostrado que constituye la alternativa más eficaz a la vía judicial.

“Nuestra ventaja competitiva es sin duda nuestro equipo humano. Nuestros mediadores son profesionales de reconocido prestigio altamente cualificados en cada una de las especializaciones. Nuestros clientes destacan nuestro trato personalizado y cercano. Para nosotros cada caso es único. Aunamos experiencia e innovación. Nos avalan más de 20 años de experiencia en el ámbito de la mediación y, además, somos un equipo innovador. Siempre aplicando las técnicas y tecnologías más novedosas con el objetivo de mejorar y alcanzar la excelencia”.

El foco en el ámbito empresarial 

GIC también es pionero en aplicar la mediación en el entorno empresarial. Su reto de futuro es consolidarse en este ámbito porque, según afirman, es donde el impacto positivo tiene un efecto multiplicador. 

“En muchas ocasiones las empresas que están sufriendo un conflicto tienen un desgaste desproporcionado. Los problemas se alargan en el tiempo y se cronifican. Las relaciones entre los miembros del equipo se erosionan y sufren un deterioro emocional que les afecta en su trabajo diario”, asevera Gemma Pons García.

“Hemos visto muchas veces como las empresas se quedaban atrapadas en sus conflictos internos o externos, con proveedores o clientes, y se ven incapaces de salir de esa espiral. Con nuestra ayuda muchas han conseguido salir de su paralización. A través de una mediación ordenada hemos conseguido solucionar el problema desde la profundidad de origen. Les hemos ahorrado los costes económicos que suponen los litigios y les hemos devuelto el tiempo que pierden en estos problemas para poder invertirlo en ser más productivos y competitivos”, añade Pons García.

Como empresaria, mujer y madre, Gemma Pons García asegura que su reto es aportar un impacto positivo a la sociedad y la mediación es su fórmula para conseguirlo.

“Nuesto hijo para poder explicar a lo que me dedico dice que soy una guerrera de la paz, y no encuentro mejor definición, porque la mediación es la única revolución que se hace desde la paz. Todo los que podamos aportar para pacificar este mundo tan convulso en el que vivimos creo que es un deber y a ello voy a seguir dedicando mi día a día”, concluye Pons García.