El programa ‘Menut oci’ promueve el ocio entre los niños y jóvenes con discapacidad intelectual desde 2012

Más de una treintena de jóvenes participan en este programa con la colaboración de Fundación «la Caixa»

Dos de las usuarias beneficiarias del programa en una actividad.

Dos de las usuarias beneficiarias del programa en una actividad. / A. COTLAS

Lluís Pérez

Lluís Pérez

El derecho al ocio para todas las personas, sin importar su condición, es uno de los valores que defiende la asociación Cotlas; entidad que desarrolla, en colaboración con Fundación «la Caixa», el programa «Menut oci!» de atención a la infancia y la juventud con discapacidad intelectual, desde hace más de una década.

«Nuestro trabajo defiende los derechos de participación y presencia de este colectivo en las actividades de ocio», defiende Juan Antonio Ramos, coordinador de la asociación. Para conseguirlo, el equipo del programa —está coordinado por Lucía Hernandis— emprende varias actividades para la promoción del ocio inclusivo y la participación social para una treintena de jóvenes y, también, para sus familias. 

El programa «Menut oci!» trabaja en distintas líneas. Una de ellas es el ‘Club de ocio’, en el que se realizan varias actividades y talleres de ocio inclusivos con grupos de entre 12 y 15 usuarios. Las actividades son muy dispares: cursos de cocina o talleres de manipulación de materiales en los que crean collares, pulseras o se diseñan camisetas. «Tratamos de fomentar la creatividad con todo tipo de actividades», resume Ramos. 

Otra de las líneas de trabajo es el fomento del ocio en espacios normalizados como, por ejemplo, salir a cenar a una pizzería o ir al cine; de modo que «no sólo defendemos el ocio inclusivo en espacios cerrados, sino con actividades que podría hacer cualquier niño o joven de la misma edad». Es, además, un modo de «darles visibilidad en nuestro sociedad; tiene impacto».

En verano, desde la asociación Cotlas organizan una escuela y campamento de verano, donde los pequeños disfrutan y se divierten, a la vez que supone una ayuda complementaria para sus familias. 

Atención individualizada

Más allá del fomento del ocio inclusivo, el programa ofrece atención e intervención individualizada con cada una de las personas usuarias, trabajando con el contexto familiar, al que se les da formación y apoyo. «Realizamos dinámicas específicas con ellos y ellas relacionadas con el lenguaje, sus actividades diarias, la atención o la psicomotricidad, entre otras variables», explica el coordinador de la asociación Cotlas.

Al igual que el resto del programa, las intervenciones se basan en la fórmula de la continuidad, con un trabajo prolongado en el tiempo que permite conseguir resultados que repercuten en beneficio de los participantes. «Los niños y jóvenes necesitan apoyo y empuje para tener visibilidad y presencia, por lo que el trabajo es beneficioso si es continuado —, incide—. No sirve una intervención puntual, porque no se alcanzan los objetivos. La continuidad es nuestra filosofía y considero que los resultados y la opinión de las familias nos permiten afirmar que el proyecto es bueno y el trabajo, positivo».