La cooperativa Divina Aurora de Xàtiva lidera la producción nacional de ataúdes y ahora ultima un proyecto industrial en Costa Rica para consolidar su presencia en el mercado americano. Divina Aurora produce anualmente más de 65.000 cajas fúnebres que vende en España, Chile, Costa Rica, Rusia y Guinea Ecuatorial. La firma ha logrado superar la competencia del mercado chino y cada año incrementa su producción en una media de 2.500 ataúdes. Anualmente fallecen en España 380.000 personas.
Xàtiva concentraba hace medio siglo el 35 % de la producción nacional de féretros. En la capital de la Costera llegó a haber 16 fábricas funerarias, pero hoy solo queda la de Divina Aurora. La firma se creó en 1948. José María Crespo, el dueño de una pequeña fábrica de ataúdes con problemas económicos, convenció a una treintena de trabajadores de que le compraran las máquinas y montaran una cooperativa para tratar de sacar adelante una empresa que estaba abocada al cierre. Los trabajadores se endeudaron para adquirir la fábrica, pero su esfuerzo dio resultado y en 1975 la dirección General de la Obra Sindical de Cooperación distinguió a Divina Aurora como cooperativa ejemplar. El propio Francisco Franco entregó el reconocimiento a la cooperativa cuatro meses antes de morir.
La empresa sufrió un estancamiento a finales de los ochenta, pero la entrada de un nuevo equipo directivo en los noventa liderado por Félix Pont le dio un nuevo impulso. En los últimos quince años han triplicado la producción. Pont, que conserva la presidencia, explicó que la clave del éxito es que las decisiones del día a día las toma un equipo formado por cinco personas. «Algunas cooperativas lo votan todo y así es muy complicado salir adelante. Los socios de Divina Pastora tienen la autoridad una vez al año con la aprobación de las cuentas. Los que mandan el resto del año son los miembros de la cúpula ejecutiva», advirtió Pont.
La cooperativa tiene 44 socios y 110 trabajadores. «Hemos conseguido ser líderes indiscutibles en el sector. Nos acaban de conceder el premio al mejor stand de Funermostra. Ese premio lo han ganado los socios, que son todos trabajadores», destacó Félix Pont. Divina Pastora ha exhibido modelos de ataúdes con forma de coches, de barcos de la America´s Cup y con escudos de equipos de fútbol para los forofos. Desde la empresa de Xàtiva reconocen que lo utilizan como reclamo al igual que hacen los diseñadores de moda en las pasarelas internacionales. «Nuestro catálogo estándar se vende solo», aseguran desde Divina Aurora.
Cambio de costumbres
La firma ha constatado que se ha producido un cambio en las costumbres funerarias de los españoles. El treinta por ciento de las cajas son para cremación. Los tonos también son diferentes. «Ahora ya no es como antes que eran tonos oscuros. Los que se imponen ahora son claros. Incluso nosotros hacemos cajas de colores. Somos lo únicos en España», precisó el presidente de Divina Aurora.
Los responsables de la cooperativa insisten en que las empresas grandes resisten mejor los impactos de la crisis. «Las empresas pequeñas sufren más y acaban desapareciendo. El ejemplo lo tenemos en Xàtiva. De las dieciséis fábricas que había hace unos años solo quedamos nosotros», apuntó Félix Pont. La clave es que las compañías de seguros han acabado concentrando el mercado y eligen a grandes proveedores». La principal competidora de la cooperativa Divina Aurora en España produce 22.000 cajas fúnebres al año (tres veces menos).
Divina Aurora ya va por la tercera generación de cooperativistas y ve el futuro con optimismo. «Los productores chinos ajustaban mucho los precios, pero ahora ya no entran con la misma facilidad que antes. Nosotros crecemos año a año», advierten desde la empresa.
