La disputa sobre la gestión y la necesidad de profesionalizar la empresa han vuelto a provocar la división interna de la sociedad. Los últimos datos de la mercantil, correspondientes a 2014, muestran unas ventas de 37,7 millones, un 12 % menos, y unas pérdidas netas de 4,4 millones. Las cifras de 2015 todavía no las ha facilitado. Ahora, Rosa Lladró sostiene que la firma inicia una nueva etapa de futuro con cambios en el consejo de la firma, a partir de ahora bajo su gestión. El objetivo «primordial», dice, es aumentar las ventas. Por eso, destaca que quiere mejorar las categorías de sus productos y establecer nuevas, al tiempo que mejorará la aproximación a los nuevos consumidores. Para ello, potenciará el comercio electrónico y el posicionamiento de la marca en las redes. Respecto a la entrada de posibles socios, la compañía de nuevo pilotada por Rosa Lladró no quiere un fondo de inversión en su capital, ya que no conoce el negocio. El futuro de Sodigei, la empresa matriz que controla Lladró, sigue en el aire. Trabajadores de la Ciudad de la Porcelana observan con perplejidad la nueva batalla familiar. Tampoco saben si el desembarco de Rosa Lladró es la solución más conveniente. j. l. z. valencia