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UCE Machines despega a los ‘súpers’

Expertos en la desinfección textil, muchos viajes y un estudio encendieron la bombilla de vicente monzó, que se lanzó a aplicar su ‘know how’ en las bandejas de los aeropuertos. Con la pandemia y ante el parón de la inversión pública, miró a los supermercados, a los que ahora sirve cientos de máquinas de limpieza

UCE Machines despega a los ‘súpers’

La historia de UCE Machines es, como la de otras muchas empresas, una historia de readaptación y aprovechamiento de las ventanas de oportunidad que ofrece el mercado. Desde agosto hasta ahora ha vendido más de cien máquinas de desinfección de carros de la compra a supermercados pese a que cuando estalló la pandemia del coronavirus la compañía ni siquiera las comercializaba. Tenía el conocimiento del sector e invirtió para ajustarse a lo que los nuevos tiempos exigían. Hoy tiene más de 500 encargos de grupos de grandes cadenas de ‘súpers’ como Uvesco, Gadisa o Eroski, está en negociaciones con Consum y ya estudia una ampliación de su plantilla e incluso un doblaje de turnos de producción para dar cobertura a la demanda.

El origen de UCE Machines se remonta al año 2006, cuando Vicente Monzó (La Font d’En Carròs, La Ribera, 1967) creó Domotica and Clean, especializada en desinfección de textil de la ropa de hoteles y establecimientos de restauración. En paralelo, se lanzó también a las lavanderías de autoservicio cuando todavía era un modelo de negocio desconocido. Hoy tiene cerca de 200 puntos de servicio en España y otros países como Brasil o Venezuela. Siempre con la idea de la limpieza en la cabeza y debido a sus continuos viajes empresariales, una década más tarde se le encendió la bombilla. Como el mismo Monzó cuenta, se «tropezó» con un estudio de la Universidad de Nottingham (Reino Unido) en el que los investigadores concluían que en las bandejas de los aeropuertos donde los usuarios depositan sus pertenencias antes de pasar por el control de seguridad del embarque había «más bacterias que en los baños» de las terminales.

Era el año 2016 y junto a su socio Vicente González Lizondo (València, 1975), se puso manos a la obra para elaborar una máquina que desinfectara de forma eficiente esos elementos, símbolo de los tiempos actuales de gran movilidad y de cruce de civilizaciones. «En esas bandejas se cruzan bacterias de los cinco continentes y se diseminan por todo el mundo», un hecho que «ha ganado relevancia con esta pandemia», apunta Monzó, pero que UCE Machines vio venir hace ya años. Así nacía la Clean Box, su primer modelo.

El aeropuerto de Manises fue el primero en probarlo en el año 2019. Después llegó Sacyr, compañía adjudicataria de los servicios de limpieza de muchas de estas infraestructuras, entre ellas la de El Prat de Barcelona, para la que encargó varias máquinas para tenerlas a prueba. El modelo que UCE Machines envió al aeropuerto barcelonés había sido ya mejorado, y garantizaba 72 horas de desinfección de estas bandejas gracias a la aplicación de una película de virucida toda vez que desinfectaba tres bandejas cada 45 segundos y no una como su predecesor. Estaban a punto de cerrar otros contratos con los aeropuertos de Málaga y Alicante en España, en negociaciones con otros gigantes como Heathrow o Gatwick e incluso con Catsa, la empresa pública que gestiona los aeropuertos de Canadá. Adif también se había interesado para algunas estaciones de alta velocidad.

Y entonces estalló la pandemia. «Los vuelos desaparecieron y las empresas de limpieza de Aena ejecutaron ERTE del 80 % en sus plantillas. Se paró toda la inversión del sector público», recuerda Monzó, que lamenta que algunas incluso declinaron sus ofertas de cesión gratuita que hicieron en marzo y abril. «Entonces miramos al sector privado», que «sí se movió en busca de seguridad y valor añadido» en plena crisis sanitaria.

El nicho estuvo claro desde el principio: «las cadenas de supermercados fueron nuestra primera opción». Por eso, reajustaron sus modelos. Ya no había que desinfectar bandejas sino carritos de la compra. Desde entonces, cuenta Monzó, han invertido más de medio millón de euros para desarrollar, investigar y registrar las patentes y los resultados no tardaron en llegar.

Desde agosto han vendido más de 100 máquinas Clean Box Sanity, su modelo más reciente, y tienen comprometidas otras 500. Entre sus principales clientes están tres grandes grupos de supermercados que operan en su mayoría en la mitad norte de España. Uvesco, con 220 establecimientos, compra 15 al mes. Gadisa, con locales en Portugal y Galicia, ha solicitado 250 y Eroski, con cerca de 2.500 puntos de venta, también ha empezado a comprar. «No somos profetas en nuestra tierra», bromea Monzó ante la paradoja de que ninguna de las grandes empresas valencianas del sector cuente con sus servicios. Ahora, eso sí, están iniciando negociaciones con Consum.

«Lo más positivo para nosotros es que son estas empresas las que vienen a nosotros y no al revés. Prueban y compran y no se ha registrado una sola incidencia con nuestras máquinas», añade orgulloso el propietario al ver el ahorro que implica y el valor añadido que genera en sus clientes. Según Monzó, uno de los supermercados que ha contratado su servicio ha experimentado en un local de Majadahonda un incremento de tickets del 23 % desde que instalaron su máquina desinfectante, capaz de eliminar los patógenos de 1.780 carros de la compra sin recargar el producto higiénico. Todo ello «con un coste —4.850 euros— que no altera las cuentas» de estas compañías. Así, añade que el retorno de la inversión es alto y rápido para estos establecimientos, que amortizan el gasto en un mes y medio.

Indudablemente, la pandemia ha contribuido al boom de la desinfección y de la higiene, pero el propietario de UCE Machines prevé que algunos de estos hábitos ya no se perderán. «No olvidaremos esta pandemia tan fácilmente como prevén algunos. Las medidas sanitarias han servido para que este sea el año con menos gripe, por ejemplo. La desinfección seguirá importando», vaticina.

Ante esta previsión y gracias a la luz que ha arrojado la vacuna, que podría reactivar al sector de las aerolíneas de cara a verano, la compañía de Monzó se prepara para crecer. «A este ritmo de pedidos, la idea es duplicar la plantilla —de 15 trabajadores actualmente— de cara a 2021». Y concluye: «La nave se nos ha quedado pequeña».

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