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Cítricos y hortalizas, las tierras más caras

El precio de la tierra citrícola se estanca en la Comunitat Valenciana mientras crece en Murcia y Andalucía. con todo, Los campos de naranjas son los que mejor se pagan, a una media de 42.000 euros por hectárea en España, lo que supone cuatro veces más que la media del resto de cultivos

La Rioja y País Vasco tienen los precios más elevados de los viñedos | EMV

¿Cuánto cuesta una hectárea de tierra agrícola? Pues eso depende de su ubicación y del tipo de cultivo al que se dedica. Según Eurostat, España se encuentra dentro de los diez primeros países con los precios más caros para la adquisición de tierra de labranza dentro de la Unión Europea (UE). En el conjunto del Estado, la media es de algo más de 10.000 euros por hectárea. Por encima están Dinamarca, Eslovenia, Irlanda, Italia, Luxemburgo y Países Bajos. Tal vez por eso, los fondos de inversión se lanzan a comprar fincas rústicas. La compraventa de fincas alcanza máximos de 15 años y los grandes inversores se fijan en España y Portugal porque los precios son mucho más asequibles que en zonas como California o Australia.

Por supuesto, las de regadío superan con creces a las de secano y las ubicadas en invernadero para hortalizas, junto con las de cítricos y viñedos son las más caras. Las tierras rústicas son un elemento de inversión para quien mire en el largo plazo y busque estabilidad. Eso explica que las consultorías y asesorías las recomiendan como parte integrante de un patrimonio que equilibre la inversión entre activos financieros e inmobiliarios.

¿Y qué ha pasado desde el inicio de la pandemia de coronavirus? Los precios de la tierra, tras el ligero incremento de 2020 en comparación con 2019, siguen estancados en España. Mientras la burbuja del ladrillo mantiene el suma y sigue dado el tirón del negocio de la vivienda (supera en un 33 % a los de la etapa del boom inmobiliario), el valor de los suelos rústicos apenas se mueven desde la alarma generada a raíz de la covid-19. El precio de compra de la tierra agrícola ha aumentado apenas un 4,6% entre 2011 y 2020 en España. En España, el precio medio de la tierra registró un ligero aumento del 0,5% durante el año pasado (a precios corrientes) en relación con las cifras del ejercicio anterior, según la Encuesta de Precios de la Tierra, y se situó en 10.180 euros por hectárea.

Explotación de olivares en Alicante. | Juani Ruz

Ese estudio del Ministerio de Agricultura, publicado a principios de este mes de octubre y correspondiente al año 2021, refleja, por ejemplo, la diferencia de precios existente entre las tierras citrícolas de la Comunitat Valenciana en comparación con las de Andalucía y Murcia debido sobre todo a una estructura agraria con más latifundios y mayor captación de inversiones durante la última década debido a sus menores costes de explotación. Así, el valor de la hectárea para plantar naranjas, mandarinas, limones o pomelos de la Comunitat Valenciana se eleva a una media de 36.173 euros; lo que supone un 1,4 % menos que un año antes. Eso contrasta con los 68.604 euros/ha de Murcia (+5 %) y los 45.802 euros/ha (+3,3%) de Andalucía.

Campo de arroz en Sueca . | M. A. Montesinos

Aunque el año de la pandemia se encareció el valor de las explotaciones de agrios y de otros cultivos de referencia en la C. Valenciana, el ejercicio 2021 mantiene su estancamiento. La escasa revalorización de las fincas rústicas valencianas dedicadas a plantaciones de naranjas, mandarinas y limones, bastante lejos de los tiempos de la burbuja inmobiliaria, se produce en medio de una leve recuperación generalizada en España de la tierra, sobre todo en los territorios insulares como Canarias y Baleares.

Las razones de este estancamiento del precio del suelo hay que buscarlas, según fuentes de AVA-Asaja y de la Unió Llauradora, a la «falta de rentabilidad que atraviesan la mayoría de las producciones agropecuarias». Y reconocen que el precio de los campos valencianos naranjeros sigue siendo bajo en comparación con los de sus competidores de Murcia y Andalucía. «Las debilidades del campo valenciano radican en el minifundismo y escasa implantación tecnológica, el envejecimiento de la población activa, la falta de atractivo empresarial, escasa planificación y poca estructura vertical en la cadena de valor, poca profesionalidad a nivel del productor o no contabilizar históricamente los costes reales», explican las organizaciones lideradas por Cristóbal Aguado y Carles Peris.

Más allá de los precios pagados en Canarias (79.001 euros/ha.) y Baleares (20.272 euros/ha.), debido a su insularidad, Andalucía y Murcia manejan los precios medios más elevados de todos los cultivos españoles, con valores que se sitúan en 19.775 euros/ha. y 19.722 euros/ha., respectivamente. La Comunitat Valenciana es quinta con un valor de suelo rural de 19.149 euros/ha.

Tomateras en un invernadero de l’Horta. |G. Caballero

Viñedos, Rioja a la cabeza

A mucha distancia del resto de España, los viñedos del País Vasco y La Rioja son los más caros de la península. La superficie vitivinícola vasca se pagaba a razón de 47.859 euros por hectárea (-2,2% respecto a 2020) y la riojana, a 41.315 euros por hectárea en 2021, lo que supone un incremento del 1% en comparación con el ejercicio precedente. La Comunitat Valenciana (con 8.453 euros/ha., un 1,9% más que el año precedente) se encuentra muy lejos de esas cifras de las tierras del norte. En Cataluña -tierra de cavas- pagaban 20.052 euros/ha.; es decir, un 3,7% menos que un año antes.

Si queremos plantar arroz habrá que pagar 31.176 euros por hectárea, con una ligera evolución a la baja, mientras que por la de olivar, que también cae, se sitúa en una media de 23.228 euros por hectáreas. Destaca el ascenso del precio en Extremadura, hasta 7.869 euros/ha. (+3,8%), mientras que desciende en Andalucía (-3,3%, hasta 26.810 euros/ha.) y Castilla-La Mancha (-1%, hasta 8.914 euros/ha.).

Tener tomates sale más caro. Así, las que siguen con cifras elevadas son las hortalizas al aire libre de regadío (36.175 euros/ha.). Y, sin duda, las tierras más caras son las destinadas a hortalizas en invernadero de regadío, que se cotizaban en 2021 a razón de 216.085 euros por hectárea, una cantidad algo mayor que el ejercicio precedente.

La C. Valenciana lidera el abandono de tierras productivas y continúa ostentando el triste honor de encabezar el ranking nacional de tierras agrarias baldías con 162.902 hectáreas. Las regiones que le siguen en superficie no cultivada son Castilla-La Mancha (161.075 hectáreas), Castilla y León (127.297 ha), Andalucía (126.144 ha) y Aragón (108.634 ha), todas ellas a pesar de contar con mucha mayor extensión. España en su conjunto alcanza las 1.027.534 hectáreas yermas .

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