Después de más de medio siglo de éxodo rural, sus efectos sobre la población de las comarcas del interior de València, como son los casos de los Serranos y el Rincón de Ademuz, son cada vez más evidentes. Año a año se reduce el número de vecinos de estas demarcaciones, que además cada vez son más mayores. Pese a que la Generalitat y la diputación pusieron el foco sobre este problema durante esta legislatura y lanzaron iniciativas y fondos para dinamizar la economía local, el fenómeno sigue sin revertirse, e incluso parece que se incrementará. Por ello los municipios de ambas comarcas reclaman un mayor interés de las administraciones y que las medidas sean más efectivas.
Por otra parte, tras 4 años de legislatura hay problemas que siguen sin resolverse, aunque parecía que estaban cerca de ello: la variante que debía sacar el tráfico rodado de Pedralba sigue paralizada y sin solución a la vista a corto plazo.