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El superviviente que seguirá en las Corts

Morera ha podido desactivar finalmente las reticencias de un sector de Compromís que prefería un cambio al frente de la presidencia de las Corts

El superviviente que seguirá en las Corts F. Bustamante

Enric Morera siempre flota. Con más de tres décadas en política a sus espaldas, el presidente de las Corts repetirá cuatro años más al frente del parlamento valenciano.

El primer gran acuerdo de la nueva legislatura lleva ya escrito su nombre como segunda autoridad de la Comunitat Valenciana.

Desde las juventudes del Partit Nacionalista del País Valencià con apenas 18 años, la Unitat del Poble Valencià (UPV), el Bloc Nacionalista y como uno de los promotores hace una década de Coalició Compromís, su talante pragmático, conciliador y dialogante le han convertido en auténtico superviviente de la política valenciana.

Tras semanas de incertidumbre, Morera ha podido desactivar las reticencias de un sector de Compromís que prefería un cambio al frente de las Corts y que estaba dispuesto a que la Mesa se nombrara este jueves de forma provisional y que en ningún caso veía prioritaria la presidencia en la negociación del Botànic.

Morera sobrevive políticamente con el apoyo explícito del presidente, Ximo Puig (que ayer fue quien hizo oficial el anuncio) y el apoyo final de Mónica Oltra tras el ultimátum de los socialistas para que la coalición nombrara antes del jueves un presidente definitivo y acabara con un bloqueo que consideraban ridículo y llevaba a la interinidad. Lo contrario suponía una nueva presidencia provisional nombrada un día y cambiada la semana siguiente al estilo de 2015 con Francesc Colomer. Un desgaste innecesario.

Una payasada en toda regla, decían ayer en el entorno de Puig, muy reacio a proyectar imagen de conflicto a una semana de elecciones cuando lo que intenta es exhibir la bandera de la moderación que tan buen resultado electoral le ha proporcionado.

Más valorado entre los socialistas

Morera, uno de los personajes clave en la reinvención del muy minoritario nacionalismo valenciano en una cooperativa política como Compromís mucho más pegada a la realidad social, se ha curtido durante lustros a base de lidiar entre las mil tribus que componen la coalición, aunque a día de hoy es mucho mejor valorado entre los socialistas que en buena parte de los suyos. Sus críticos siempre le reprochan tendencia a ir por libre.

Muchos de ellos creyeron que se hundía en las últimas primarias de Compromís y tendría incluso problemas para repetir como diputado. Morera decidió no pugnar por el número dos de la lista por València contra Fran Ferri, consciente de que perdería el pulso. Pero echó el resto y salió a flote. Fue el tercero más votado (tras Oltra y Ferri) y demostró de nuevo capacidad de adaptación.

Como cuando de la Unitat del Poble Valencià pasó a liderar el Bloc hasta que en 2016 los críticos le apartaron. Ello abocó a una guerra fratricida en el partido nacionalista, solventada con una dirección bicéfala que se resquebrajó a los pocos meses y que ha dejado a una lideresa, Àgueda Micó, como coordinadora, pero a la que las rencillas internas evitan convertir en secretaria general.

Morera (Oliva, 1964), licenciado en Derecho y empresario durante algún tiempo, también resistió en los tiempos en que el Bloc se entregó a una no nacionalista que provenía del PCE como Mónica Oltra, convertida entonces en un fenómeno mediático que conectaba con la ciudadanía luciendo camisetas contra la corrupción del PP y que entonces y ahora ha permitido consolidar una base electoral cercana al medio millón de votos. Con parte de las bases nacionalistas reacias a dar todo el poder a Oltra, Morera, que fue candidato a la Generalitat en 2011, dejó el liderazgo con visión política y generosidad al caballo que entonces más galopaba en la política valenciana.

De familia trinquetera

Nieto de un marxador de trinquet, el Blanco de L'Alqueria y seguidor del Valencia CF, Morera suele decir que de su familia aprendió «la honradez innata» de los valencianos y la afición por el deporte valenciano por antonomasia.

En 1999 fue candidato por partida doble; del Bloc a la alcaldía de Valencia, y al Parlamento Europeo, donde incluso fue eurodiputado un año. En 2004 fue cabeza de lista del Bloc a las generales y en 2007 a las Corts. En estas tres décadas lo ha probado todo.

Es también el presidente de las Corts para el que la oposición pidió hace unos meses la reprobación por asegurar que la Justicia española se había ensañado con los presos independistas catalanes, algo que PP o Ciudadanos consideraron inaceptable. Sin embargo, aquella reprobación quedó en el aire. También sobrevivió.

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