No fue como el acto de la Fonteta de Sant Lluís del pasado mes de diciembre, ni mucho menos. El mítin central de la coalición A la Valenciana en la provincia de Valencia no «reventó» ayer el pabellón municipal del Cabanyal, a pesar de que cerca de 3.000 asistentes ocuparon las gradas. Tal vez fuera por la hora, por las temperaturas que invitaban más a un paseo por la playa que a escuchar un discurso político en un ambiente cerrado (aunque tampoco tuvo mucha afluencia de público el mítin de Ciudadanos en las Torres de Serranos), porque las campañas no son para el verano o por la ausencia de Pablo Iglesias, lo cierto es que los seguidores de Compromís, Podemos y Esquerra Unida no consiguieron esta vez darle la espectacular acogida a los candidatos que tuvieron en la anterior ocasión.

Números aparte, los asistentes al acto de ayer ovacionaron con ahínco las palabras de los intervinientes, entre ellos, Íñigo Errejón. El secretario de Políticas de Podemos mandó varios mensajes, tanto a los seguidores convencidos de la coalición como a los que están por convencer. «Sé de muchos socialistas de corazón que no reconocen su partido cuando ven a sus líderes insultando a Podemos. Que no se equivoquen, nosotros no somos el adversario. El enemigo es otro, se llama PP y Mariano Rajoy», proclamó Errejón.

Errejón, quien habló en un valenciano perfecto durante buena parte de su intervención, añadió que «va a ser un gozo poder ganar al PP aquí. Antes 'a la valenciana' era sinónimo de corrupción, barracones, maltrato a la lengua y a la cultura, sinvergonzería y despilfarro. Ahora significa dignidad, transparencia, instituciones al servicio de todos y cambio político».

Se refirió Errejón también al tema de las etiquetas. «Nosotros no vamos a preguntar a nadie a quién votó en las pasadas elecciones. No hemos tocado techo, porque no somos un partido y no vivimos de los números. Lo que tenemos que hacer ahora es elegir entre resignarnos en el pasado el inmovilismo y traicionado a la gente; o somos capaces de paso adelante».

«Tenemos prisa»

Esa decisión, añadió, «la tenemos que tomar ahora, ya. Es urgente. Tenemos prisa. O cambiamos esto de aquí dos semanas o lo hacemos dentro de cuatro años, cuando la hucha de las pensiones esté más saqueada, el dinero más despilfarrado, tengamos unas condiciones de trabajo peores, cientos de miles de personas exiliadas y muchas más leyes represivas», proclamó. Con todo, se mostró convencido de que «quedan dos semanas para heredar este país».

Por su parte, Mónica Oltra, encargada de cerrar el acto (que terminó pasadas las dos del mediodía), arrancó su discurso citando a Serrat. «Decía en una canción que sería fantástico que no ganaran siempre los mismos y que heredaran los desheredados. De eso hablábamos hace un año, y lo conseguimos. Pero para rematar la faena hace falta un cambio el 26 de junio», señaló la vicepresidenta del Consell.

«Es como una segunda vuelta de las elecciones. Es importante terminar el trabajo que comenzamos hace un año, no lo podemos dejar a medias», añadió. La líder de Compromís aprovechó para sacar pecho de las políticas aprobadas durante un año de gobierno del Pacto del Botánico. «La gente tenía que elegir entre comer o medicarse, y eso ya no pasa», indicó. También puso de relieve la reivindicación de una financiación justa y del «no» a Montoro a ejecutar recortes de 1.300 millones de euros.

Por su parte, el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, mencionó uno por uno los casos de corrupción que salpican a la C. Valenciana. «Fabra, Blasco, Hernández Mateo, Canal 9, Emarsa, Terra Mítica, Aquamed o también conocido como echemos ácido clorhídrico al Ebro para hacer negocio, Fórmula 1, Palau de les Arts, Gürtel, Nóos y Brugal. Son todos son casos de corrupción del PP, más de 15 tramas, más de 150 imputados y más de 15.000 millones robados a los valencianos», señaló Echenique. El secretario de Organización manifestó también que si quieren poner una etiqueta a la coalición Unidos Podemos le pongan la de «los que no roban».