El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha asegurado este lunes que es "evidente" que habrá cambios en el Consell durante la legislatura con el objetivo de "optimizar" la gestión y "mejorar algunos engranajes seguro". Así, aunque no ha precisado "cuándo ni cómo", ve "lógico" que se produzca "algún ajuste", pese a que está "muy contento" con la acción del gobierno y "absolutamente encantado con todos los consellers", que están "luchando mucho".

Puig se ha pronunciado en estos términos en una entrevista en la cadena SER, en la que ha asegurado que no teme que posibles confrontaciones en la formación del nuevo gobierno puedan afectar al Consell. De hecho, ha manifestado que siempre se ha dicho que en las campañas electorales se abrirían "grietas" en el gobierno autonómico, aunque no ha sido así y "se ha mostrado la fortaleza de este gobierno porque no ha habido ningún tipo de problema serio".

Preguntado por si desde Compromís se podría exigir una reformulación del Acord del Botànic para ganar peso específico, lo ha rechazado y ha recalcado que "no se ha planteado nunca en esos términos". No obstante, sí que ha abogado por revisar los acuerdos "y ver donde podemos ser más eficientes". Sobre la posibilidad de que Podemos pudiera pedir integrarse en el Consell, ha indicado que "tiene toda la legitimidad para plantear cualquier cuestión".

Sobre si se arrepiente del "mestizaje" de miembros de ambas formaciones en las consellerias, lo ha negado y ha considerado que esto obedece a la visión de un gobierno progresista y es algo que "ayuda mucho, exige mayor deliberación, políticas dialogadas, que pueden dificultar la rapidez pero es más potente".

En esta línea, ha hecho notar que tensiones pueden surgir incluso en un gobierno monocolor pero ha recalcado que en el Consell del Botànic "hay más confianza y compañerismo que con el PP", momento en el que "los puñales iban a toda pastilla".

En relación a los casos de la secretaria autonómica de Sanidad, Dolores Salas, --cuestionada por la contratación de una hija en Fisabio-- y la directora general de Economía, Mónica Cucarella, sobre la que se investiga si ha incurrido en incompatibilidad al ser apoderada de una gasolinera que está denunciada por desobediencia al no haber descontaminado sus instalaciones, ha indicado que, al margen de los partidos de los que procedan, "forman parte del mismo gobierno y ninguna decisión se debe tomar en función de donde vienen".

Relaciones con el Gobierno

Por otra parte, Puig ha apostado por que haya "normalidad institucional y lealtad entre instituciones", y ha añadido que tiene "tres años por delante para avanzar en el renacimiento de la Comunitat", para lo que quiere "contar con todas las aportaciones positivas", especialmente del PP.

Sobre el gobierno central, ha indicado que no le gusta ni le gustaría que esa relación "fuera nunca un espacio de confrontación" y ha exigido al nuevo gobierno de España "que respete la realidad de las comunidades autónomas". En todo caso, ha avanzado que seguirá siendo "reivindicativo" con quien fuera y que apretarán el "acelerador" de la financiación en los próximos meses.

Diálogo en horarios comerciales

Sobre la polémica por los horarios comerciales y apertura en festivos, Puig ha considerado que se trata de "un problema generalizado en Europa", que está en "gran debate permanente" y ha defendido buscar "fórmulas de equilibrio" entre el derecho del consumidor y la fortaleza del sector de autónomos y pequeños comercios. "Creo que hay que sentarse dialogar y llegar a acuerdos porque no va a haber una solución magnífica", ha manifestado.

En materia educativa, Puig ha calificado de "movilizaciones que parecen preventivas" las protestas de la concertada y ha defendido que "no se ha limitado en absoluto el acceso a la educación concertada pero se ha puesto orden" en ella y se ha cumplido la ley de conciertos del 86. "Lo que se dice es que la concertada que haga las cosas bien y con transparencia no tendrá ningún problema, porque no estamos por eliminar la concertada sino por dignificar la pública", ha dicho.

Puig ha admitido que se han encontrado a su llegada a la Generalitat con un "campo de minas" que han visto que ha aumentado de manera "enorme", y ha calificado de "desastre" la situación de Feria Valencia, entre otros ejemplos citados como SGR o Ciudad de la Luz.

RTVV

En referencia a la nueva radio televisión autonómica, Puig ha admitido que pensaba que se podía buscar una solución para tener más rápidamente una RTVV, que es fundamental" aunque "ha costado más que lo que me hubiera gustado".

El 'president' ha apuntado que el proyecto está "residenciado" en las Corts, que a partir del 20 de julio aprobarán la nueva ley y, a partir de ahí, se nombrará un consejo rector "muy profesional independiente y que tiene que plantear el modelo de TV posible, de calidad, del siglo XXI y que atienda a la realidad económica".

En este punto ha tenido palabras con quienes han lamentado haber sido engañados por el Consell, entre ellos el Comité de Empresa de la sociedad, y ha apuntado: "nunca dije ni cuántos trabajadores porque no le corresponde al Gobierno ni dije que todo el mundo tenía que continuar en la RTVV". "Sí que es verdad que los extrabajadores han sufrido mucho y merecen cierta reparación y que su experiencia pueda ser en cuenta en alguna medida", ha concluido.