Este mes han tenido lugar los últimos nacimientos en BIOPARC València. Se trata de dos crías de dril dentro del grupo reproductor que habita en BIOPARC València y que forma parte del Programa Internacional de Conservación (EEP) de esta especie. El progenitor es Rafiki y las "mamás" son Kianja y Abuja. Su evolución está siendo muy positiva y desde los primeros días ya se pueden observar en el recinto exterior en la zona que recrea los bosques de ribera de la zona de África Ecuatorial.

Con estos últimos nacimientos, que consolidan al parque valenciano como un importante centro para su preservación, la "familia" está formada por un macho, las dos hembras y sus cinco hijos, siendo un total de siete driles. Anteriormente otros individuos nacidos BIOPARC han sido trasladados a otras instituciones zoológicas para formar nuevos grupos.

BIOPARC València permite observarlos en un espectacular recinto "multiespecie" donde conviven con sitatungas, hipopótamos pigmeos, talapoines y gansos del Nilo.

Además, ahora es una magnífica oportunidad para acercarse a verlos aprovechando los BIOdías, que ofrecen un precio único en la entrada a 17+1 euro los fines de semana de septiembre y todos los días del 5 al 13 de octubre. Esta promoción comprometida con la conservación, destinará este año, a través de la Fundación BIOPARC, los "+1 euro" a proteger la especie más emblemática para los valencianos, el murciélago.

Murciélagos, especie emblemática valenciana

Los murciélagos sufren un peligroso declive y riesgo de desaparecer debido a diversos factores como la pérdida de hábitat, el incremento en el uso de pesticidas o los prejuicios derivados de su desconocimiento. Menos del 1 % de los murciélagos tiene rabia, solo tres de las más de 1.200 especies en todo el mundo son vampiros y estos no atacan a los humanos, solo muerden para defenderse.

Son nuestros aliados al alimentarse de insectos e, incluso, actúan como polinizadores y dispersores de semillas. Además, representan una "voz de alarma" sobre el estado del medio ambiente, ya que su mayor o menor presencia es un indicador de la salud del ecosistema.