La energía afronta una transformación sin precedentes. La tecnología está cambiando la cadena de valor del sector industria, desde su generación, hasta su transporte, distribución y consumo. En este proceso, las redes son el sistema circulatorio del nuevo modelo energético y la plataforma necesaria para la transición hacia una economía descarbonizada, que favorezca la integración de más renovables, así como la movilidad sostenible, las ciudades inteligentes y el consumo descentralizado. A continuación, te explicamos ocho claves de las redes inteligentes para una transición energética.

A la vanguardia en digitalización

En los últimos años, las redes de distribución eléctrica en España han abordado un proceso sin precedentes: su digitalización. i-DE, la compañía de distribución de Iberdrola, ha destinado 2.000 millones de euros a hacer sus redes inteligentes, con la instalación de casi 11 millones de contadores digitales y la infraestructura que los soporta y la adaptación de alrededor de 90.000 centros de transformación en España, a los que ha incorporado capacidades de telegestión, supervisión y automatización.

El proyecto, uno de los más avanzados del mundo, se ha convertido en motor para la innovación tecnológica y posiciona a nuestra industria, con la colaboración entre empresas eléctricas y fabricantes, en un referente internacional de soluciones digitales escalables a otros países.

Redes inteligentes y sostenibles

El proceso de digitalización de las redes en España requerirá de nuevas inversiones. Este último mes, el banco de la UE que promueve inversiones en favor de la acción climática, el BEI, ha sumado fuerzas con Iberdrola para avanzar en la digitalización de una infraestructura clave en la descarbonización de la economía española, las redes de distribución eléctrica. Para ello, ambas entidades han suscrito un préstamo de 440 millones de euros destinado a financiar nuevas inversiones, que contribuirán a mejorar la fiabilidad de la red y la calidad del suministro.

El cliente, en el centro

La transformación de las redes hacia una infraestructura inteligente, más fiable y segura está situando a los consumidores en el centro de la actividad, dotándoles de mayor capacidad de decisión y conectividad. Hoy, entre otras muchas posibilidades, se puede conocer el consumo de energía que realizamos diaria, semanal o mensualmente, realizar comparativas y descargarte la información para analizarla y tomar decisiones sobre cómo optimizar el uso de la electricidad en casa o en tu empresa.

La App y la web de i-DE van mucho más allá: puedes suscribirte a avisos para estar informado por mensaje de texto o por email de cortes de suministro programados o averías en la red, te permite realizar consultas on-line o programadas al contador, descargar certificados de consumo y lectura, reconectar el interruptor de control de potencia (ICP) ante variaciones en la red, dar de alta un nuevo suministro o, incluso, denunciar un posible fraude.

‘Inteligencia’ para afrontar DANAs

La digitalización no solo ofrece oportunidades al cliente, sino también al sistema eléctrico, al dotarle de herramientas para la predicción y permitir a las compañías supervisar y detectar anomalías en tiempo real, mejorando la calidad del suministro, al disminuir las incidencias y su duración. En situaciones climatológica extremas, como las sufridas hace pocos meses en España con el DANA, la inteligencia de las redes es clave, ya que aportan información crítica y capacidad de actuación remota para reponer el suministro en tiempo récord.

En el DANA, la red eléctrica de distribución de i-DE demostró su robustez. Las actuaciones en campo, coordinadas desde los Centros de Control de la compañía, junto el mallado de la red y el comportamiento de los sistemas de inteligencia y automatización, permitieron que la mayor parte de los clientes afectados recuperaran el suministro eléctrico en menos de 30 minutos.

Ciudades inteligentes

El despliegue de la red eléctrica inteligente permite incorporar la ‘traza neuronal’ de la red a los municipios, aportando más y mejor información y optimizando los gastos en los servicios municipales y el ahorro y eficiencia energética de las ciudades. i-DE trabaja en el desarrollo de un modelo de smart city en muchas ciudades españolas, centrado en cuatro áreas estratégicas para contribuir a la configuración de ciudades inteligentes y sostenibles, como son la movilidad eléctrica, las infraestructuras de redes, la eficiencia en el uso de la energía y la sensibilización ciudadana.

Las redes y el almacenamiento

Los sistemas de almacenamiento son claves para abordar el reto de la transición energética y están llamados a ser un elemento esencial en el sistema eléctrico del futuro, porque permitirán mejorar la calidad de la energía, asegurar la estabilidad y fiabilidad del suministro y promover una mayor y más fácil integración en la red de la electricidad de origen renovable.

Recientemente, i-DE ha puesto en marcha el primer sistema de almacenamiento de energía eléctrica con baterías de ion de litio para redes de distribución en España. El proyecto, situado en el municipio murciano de Caravaca de la Cruz, puede funcionar en isla y, en caso de interrupción de suministro, proveer hasta cinco horas de energía eléctrica a las principales pedanías de su entorno.

Dotado de un sistema inteligente, es capaz de seleccionar la red que se mantiene operativa desde la batería, atendiendo a los consumos, la capacidad de producción de las fotovoltaicas del entorno y el nivel de carga de la batería. La combinación de la batería con la producción de fotovoltaicas, además, permitirá rebajar los tiempos de interrupción del suministro durante emergencias.

Redes para el autoconsumo y el vehículo eléctrico

Las redes de distribución son el elemento vertebrador que va a permitir integrar los recursos distribuidos entre las líneas de media y baja tensión y desempeñarán un papel fundamental en la interconexión. El autoconsumo permite al usuario verter a la red de distribución aquella energía que genera y no consume. Este modelo va a implicar nuevos requerimientos para mantener los requisitos de seguridad del suministro, como nuevos sistemas de protección y reguladores de tensión. Para permitir esta integración, las inversiones en nuevas tecnologías y una mayor digitalización van a ser claves.

Una de las claves de la movilidad sostenible es contar con una red digitalizada y adaptada a las nuevas necesidades. Los expertos aseguran que España cuenta con una red de distribución preparada para dar cabida a la penetración de vehículos eléctricos, por lo que no debería existir problemas para la adopción masiva del coche eléctrico, ya que las inversiones necesarias rondarían los 1.400 millones, solo un 4 % de la inversión prevista hasta 2030.

Las redes y su impacto socio-económico

i-DE

i-DE opera un sistema de distribución que posee 270.000 km de líneas eléctricas en España, con presencia en 10 comunidades autónomas, que atienden a una población de 17 millones. En 2018, el negocio de distribución de Iberdrola invirtió casi 500 millones de euros en España en proyectos destinados a la mejora de sus procesos y canales de atención al cliente; la digitalización y la supervisión y automatización de la red.

La actividad de redes de Iberdrola tiene un relevante efecto tractor sobre la economía española, con la generación de más de 10.000 empleos totales (directos y a través de sus proveedores). En 2018, la compañía realizó compras por valor de 500 millones de euros a 2.000 empresas locales.